Desde el pasado lunes, la identificación métrica será un requisito para comprar una línea móvil. Conoce las características de este método.
La identificación biométrica es la verificación de la identidad de la persona basada en características de su cuerpo. Para ello se puede utilizar, por ejemplo, la retina, el iris, la voz e incluso el rostro. Pero la forma más sencilla, rápida y segura es con las huellas dactilares.
“En notarías, en bancos, en morgues, hospitales, en el Poder Judicial, también para la emisión de los pasaportes biométricos. A partir del 2 de enero toda la venta de celulares es con huella, con lo que se sabrá plenamente que un número de celular pertenece a una persona determinada”, explica Danilo Chávez, gerente de tecnología de la información del Reniec, sobre el uso de este método.
Además de expedir el DNI, el Reniec centraliza los registros de nacimientos, matrimonios y defunciones. Desde el 2006, también administra el sistema automático de identificación de impresiones dactilares.
La biométrica aplicada a la sociedad surge en 1893, cuando el ministerio del Interior del Reino Unido aceptó oficialmente que dos personas no podían las mismas huellas dactilares. Antes de eso, el uso de la identificación biométrica era solo para casos forenses.
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