El Progress M-19M llevó 2,5 toneladas de agua, oxígeno, alimentos y combustible para la tripulación de la Estación Espacial Internacional.
El carguero espacial ruso Progress M-19M se acopló hoy exitosamente a la Estación Espacial Internacional (EEI) pese a la imposibilidad de desplegar una de las antenas de aproximación.
"La nave se enganchó al muelle del segmento ruso "Zvezdá" de la EEI por el método automático de reserva", informó un portavoz del Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
La fuente explicó que "no fue necesaria la intervención de los cosmonautas, quienes no tuvieron que asumir el mando y realizar la maniobra de acoplamiento en régimen manual".
La antena del sistema "Kursk" que no pudo ser desplegada totalmente tras la puesta en órbita del carguero este miércoles no impidió que la Progress se enganchara al eje de acoplamiento de la plataforma orbital.
Mientras, una fuente de la industria espacial había informado a la agencia Interfax de que, debido al problema con la antena, los inquilinos de la estación espacial podrían ser incapaces de garantizar el hermetismo de la nave tras el enganche del carguero.
En ese caso, los cosmonautas se hubieran visto obligados a efectuar una caminata espacial extraordinaria para subsanar el problema, que, según el CCVE, ya ha ocurrido en otras ocasiones.
En cambio, la corporación estatal Energuia, la fabricante de las naves espaciales rusas, quitó desde un principio hierro al problema al afirmar que la antena no impediría el enganche con la plataforma orbital.
La Progress lleva 2,5 toneladas de agua, oxígeno, alimentos y combustible, además de equipos y materiales para los experimentos que realizan las tripulaciones que trabajan a bordo de la EEI.
Actualmente, la tripulación de la EEI la integran tres cosmonautas rusos -Pável Vinográdov, Román Romanenko y Alexandr Misurkin-, dos astronautas estadounidenses -Christopher Cassidy y Tom Marshburn- y el canadiense Chris Hadfield.
EFE
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