Investigadores argentinos diseñaron este material para la construcción de viviendas y además realizan ensayos para sustituir el cemento.
Científicos argentinos desarrollaron ladrillos y analizan la creación de insecticidas con las cenizas procedentes del complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle que el año pasado cubrieron varias ciudades de la Patagonia y causaron pérdidas millonarias, dijeron fuentes universitarias.
Un grupo de investigadores diseñó un ladrillo hecho con cenizas para la construcción de viviendas, mientras otro realiza ensayos para sustituir el cemento por este compuesto volcánico en la mezcla de construcción, explicaron portavoces de la Universidad Nacional de la provincia de Río Negro, que coordina los trabajos del Programa de Emergencia Volcánica (Proevo) del sur argentino.
"Con estos bloques armados con ceniza volcánica se puede construir una estructura resistente. Están pensados para personas en situación de emergencia habitacional, es decir, personas que podrían tener su casa llevándoles el bloque", indicó la arquitecta Marianela Romero Hamsa, una de las responsables del estudio, en un comunicado del programa.
Los bloques fueron desarrollados con un sistema de unión vertical y horizontal, con espacios para cañerías y cables de luz, y materiales aislantes que los hacen resistentes a los fuertes vientos del sur del país.
"Podríamos hacer una casa completa de 45 metros cuadrados por día ya que la maquinaria trabaja con una matriz de forma y a gran velocidad, fabricando bloques hipercomprimidos", afirmó Romero.
La universidad patagónica del Comahue, en tanto, trabaja en la utilización de cenizas volcánicas del complejo volcánico Puyehue Cordón Caulle como material de construcción a través de la sustitución del cemento.
"Lo usamos como reemplazo parcial de cemento. Esta ceniza podría usarse, por ejemplo, en la construcción de viviendas", explicó el químico Julio Goldenberg, a cargo del trabajo.
Otro grupo de investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) analiza la posibilidad de que las cenizas volcánicas puedan actuar como un insecticida natural sobre diversas especies de insectos presentes en el norte de la Patagonia argentina.
Las cenizas podrían tener efectos sobre las tucuras, las langostas verdes, que afectan la producción agropecuaria, y las chinches, que se alimentan de la savia de plantas y árboles, según los expertos.
"Las cenizas se caracterizaron química y físicamente, determinándose que son altamente abrasivas y podrían asemejarse a los polvos inertes que suelen ser utilizados como insecticidas inorgánicos", indicó la investigadora Valeria Fernández Arhex, a cargo del desarrollo.
EFE
Comparte esta noticia