La cápsula descenderá 700 metros bajo tierra a través del canal abiero por la perforadora T-130 y sacará uno a uno hacia la superficie.
El rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José en Copiapó, Chile, será ante todo un milagro de vida y después, una proeza humana llevada a cabo gracias a no solo un gran equipo de socorristas, ambulancias y personal médico, sino también a los artificios tecnológicos diseñados especialmente para la ocasión.
Para empezar la perforadora T-130 encargada del llamado Plan B, que el último sábado llegó a la galería en la que desde el pasado 5 de agosto están los mineros.
Junto a la perforadora ya se ha instalado una gigantesca grúa que, de ser decidido así, revestirá el conducto con tuberías de acero, el llamado "encamisado".
La cápsula Fénix atravesará 700 metros bajo tierra para rescatar a cada uno de los mineros, quienes vestirán trajes diseñados a su medida, y utilizarán lentes de sol para evitar daños para protegerse de la luz del sol tras más de 60 días de encierro.
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