Karlheinz Brandenburg considera que su creación supuso supuesto ´otra revolución´ para la industria musical, como en su día lo fue la radio.
El ingeniero alemán Karlheinz Brandenburg, creador del MP3, el formato de compresión digital que modificó el modo de consumir música, ha afirmado hoy no sentirse responsable de la piratería en el sector y ha defendido que la gente "sigue amando y comprando música, aunque de forma diferente".
En una rueda de prensa ofrecida antes de ser investido doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Valencia, Brandenburg ha asegurado que la aparición del MP3 ha supuesto "otra revolución" para la industria musical, como en su día lo fue la radio.
A su juicio, esta industria "debe adaptarse a estos cambios imparables" y "reinventarse", y ha destacado que entre la aparición de este formato de compresión digital, entre 1995 y 1997, hasta la aparición de los primeros servidores legales de descarga de música, como la tienda iTunes de Apple, pasaron cinco años.
En este sentido, ha dicho no sentirse responsable de la piratería en el sector y ha defendido que tanto los músicos como su entorno deben cobrar por el trabajo que realizan.
También ha explicado que en su momento intentaron hablar con la industria musical sobre los avances de su investigación, pero esta "no estaba interesada".
Brandenburg, quien ha estado acompañado por el rector de la UPV, Francisco Mora, y por el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación, Alberto González, ha reconocido que no esperaba el alcance que ha tenido el uso masivo del MP3.
Al respecto, ha dicho que, cuando desarrollaron este formato, pensaban en aplicaciones para poder escuchar radio o televisión (lo que hoy se ha popularizado como "streaming"), pero no imaginaban el uso del MP3 como biblioteca o "podcast" que permite llevar "meses o años de música" en un único dispositivo de audio.
"Todo investigador sueña con que su trabajo tenga este alcance", ha manifestado el ingeniero alemán, antes de señalar que la idea que tenían en un principio los miembros del grupo de trabajo del que forma parte era llegar a un millón de personas, por lo que erraron el cálculo en "unos miles de millones", ha bromeado.
Respecto al futuro de la tecnología de las telecomunicaciones, ha señalado que una de sus preferidas consiste en la "inmersión" -sobre ella se hacen estudios en la Universidad Politécnica de Valencia-, en la que se combina el audio y el vídeo con el objetivo de transportar al usuario a otro entorno.
Sin embargo, ha añadido que "nunca se sabe", ya que hay muchos investigadores inventando nueva tecnología y aplicaciones, por lo que es complicado saber cuál será "el próximo "boom"" en este ámbito.
EFE
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