El consumo de energía para minería de criptomonedas es tan alto que podría alimentar a ciudades como Houston.
Legisladores del Congreso de Estados Unidos han pedido a la Agencia de Protección Ambiental y al Departamento de Energía rastrear la actividad de minado de criptomonedas y exigir a dichas empresas a divulgar la cantidad de energía que usan y la contaminación que emiten.
La carta fue firmada por Elizabeth Warren, del bloque demócrata, junto con cinco legisladores extra.
Minado y contaminación
De acuerdo con un estudio, las siete empresas mineras más grandes de Estados Unidos pueden llegar a usar 1 gigavatio de electricidad, la suficiente energía para energizar toda la ciudad de Houston.
Ante ello, los legisladores están preocupados por cómo esta energía también contamina al medio ambiente. La investigación señala que las tres empresas más grandes minado de criptomonedas emiten 1.6 millones de toneladas de CO2 de forma anual, equivalente a las emisiones de 360 mil automóviles.
“Los mineros de bitcoin están usando enormes cantidades de electricidad que podrían usarse para otros usos finales prioritarios que contribuyen a nuestros objetivos climáticos y de electrificación, como reemplazar los hornos domésticos con bombas de calor”, afirma el escrito.
Buscan información
De llegar a concretarse, las agencias reguladoras en el país deberán localizar y rastrear a las grandes empresas de minería de criptomonedas para que publiquen información valiosa al respecto, además para proceder con ciertas regulaciones en pro del ambiente y de las comunidades aledañas (la energía usada en las granjas de criptomonedas puede dejar sin suministro a poblaciones cercanas).
"Los resultados de nuestra investigación, que recopiló datos de solo siete empresas, son inquietantes, ya que solo estos datos limitados revelan que los criptomineros son grandes usuarios de energía que representan una cantidad significativa, y en rápido crecimiento, de emisiones de carbono", refiere la carta.
Por si te lo preguntas, la minería de criptomoneda es un proceso en el que están involucrados computadoras de alta gama que resuelven problemas computacionales muy complejos para validar transacciones en las redes tecnológicas detrás de las monedas virtuales (blockchain). El nodo (computadora o matriz) que consigue resolver el acertijo es recompensado con nuevas criptomonedas, como si de un minero encontrando una pepita de oro se tratase.
Las agencias tienen hasta el 15 de agosto para responder a la solicitud.
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