La idea es ofrecer un tratamiento para aquellos combatientes que tras el enfrentamiento bélico sufren de trastornos psicológicos.
Un nuevo chip orientado a los veteranos de guerra es uno de los proyectos más ambiciosos de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) del ejército de Estados Unidos.
La idea es ofrecer un tratamiento para aquellos combatientes que tras el enfrentamiento bélico sufren de trastornos psicológicos.
Estos implantes cerebrales permitirían que DARPA no solo trate los males mediante electroestimulación, sino que además puedan monitorear al paciente, diagnosticarlo y tengan mejores armas contra nuevos desórdenes como la depresión severa.
Este proyecto ya cuenta con un presupuesto inicial de 70 millones de dólares y ha sido aprobado por el Pentágono.
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