Tras su abrupta salida y en medio de una crisis corporativa, el ex líder de la gigante tecnológica hace un inusual llamado espiritual por sus exempleados.
Pat Gelsinger, quien renunció como CEO de Intel hace apenas una semana después de tres décadas en la empresa, realizó un sorpresivo llamado público invitando a unirse en oración y ayuno por los 100,000 empleados de la compañía que atraviesan un "período difícil".
"Todos los jueves realizo un día de 24 horas de oración y ayuno", escribió Gelsinger en la red social X. "Esta semana los invito a unirse a mí para orar y ayunar por los 100,000 empleados de Intel mientras navegan este difícil período", agregó el ejecutivo de 63 años, enfatizando la "importancia seminal" de Intel para el futuro de la industria y Estados Unidos.
Intel en un panorama complicado
La salida de Gelsinger se produce en medio de una profunda crisis en el gigante de los semiconductores. Las acciones de Intel han caído más de 56% este año, mientras la empresa lucha por mantener su competitividad frente al ascenso de rivales como NVIDIA, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC) y AMD.
El panorama es especialmente complejo considerando que Intel recibió recientemente casi $8 mil millones en fondos federales bajo la Ley CHIPS, diseñada para impulsar la fabricación de semiconductores en Estados Unidos. Sin embargo, en lugar de crear los empleos prometidos, la empresa recortó su fuerza laboral en un 15% en agosto pasado.
Mientras la junta directiva busca un nuevo CEO permanente, dos altos ejecutivos, David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus, servirán como co-CEOs interinos. La empresa ya formó un comité de búsqueda y afirma estar trabajando "diligente y expeditivamente" para encontrar el reemplazo de Gelsinger.
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