El español Oscar Martín llegó a las instancias finales del FIFA Interactive World Cup, que se disputa hoy en Madrid.
"La gente piensa que somos unos frikis que estamos enganchados a la Play todo el día, pero en realidad solo se entrena fuerte de cara a la clasificación", dice el español Oscar Martín para explicar cómo se llega a la final de la FIFA Interactive World Cup, que se disputa hoy en Madrid.
El videojuego FIFA 13, convertido en un modo de vida para muchos, tiene hoy su cita anual más importante con la disputa en Madrid de la fase final del Mundial Interactivo, con la sorpresa de la eliminación del dos veces campeón del mundo, el español Alfonso Ramos, que ayer en la fase de eliminaciones miraba el reloj, apretaba los dientes y se echaba las manos a la cabeza en su último partido.
"¡Vamos!, ¡vamos!", gritaba el colombiano Andrés Botero cuando el árbitro pitó el final del partido tras derrotar con gol de Cristiano Ronaldo al español para dejarlo fuera de la competición.
"Son dos o tres meses de preparación, y el día que elijo para entrenar empleo ocho horas", confesó Botero a EFEfuturo nada más soltar el mando de la Play Station, mientras Ramos maldice su suerte y lanzaba su pronóstico para la gran final: "El mejor del mundo en mi opinión es Rafael Río, pero veo muy fuerte a Óscar Martín", ambos jugadores españoles.
Martín sonríe en su último partido, se muestra tranquilo y bromea con su rival que acaba de endosarle un penalti con el Manchester United: "Es mi primer mundial y ya estoy en la fase final", dice con aspecto relajado este madrileño que ríe al lamentarse de que "el año pasado se organizó en Dubai y ahora a cinco paradas de metro de mi casa en Santa Eugenia".
"La gente se piensa que somos unos frikis que estamos enganchados a la Play todo el día, pero en realidad solo se entrena fuerte de cara a la clasificación", dice Martín para explicar como se planta un jugador en el FIFA Interactive World Cup, que lleva celebrándose nueve años.
Para disputar el torneo es necesario competir en las diversas temporadas que se organizan en internet o en pruebas presenciales y, en su caso, jugó online en la temporada de diciembre: "tienes que quedar entre los dos mejores jugadores del mundo; yo conseguí el segundo puesto", añade.
Los comentaristas se emocionan con las jugadas y filigranas que ofrecen los jugadores virtuales, que incluso hacen saltar de la silla al anfitrión de este año, el exfutbolista Christian Karembeu, que ha levantado con Francia la Copa del Mundo en 1998 y la Eurocopa de 2000.
Karembeu se llevó una prima mayor por la séptima Champions League del Real Madrid en 1998, pero el ganador del torneo no se va de vacío y se embolsará 20.000 dólares y un viaje para dos personas a la próxima gala del Balón de Oro de la FIFA, que se celebra en Zúrich.
"España no se puede vivir de esto, pero sí en otros países como Alemania o Estados Unidos, donde se puede vivir del FIFA y de otros videojuegos como Starcraft o Call of Duty", afirma Ramos, que ya ganó en 2008 y 2012.
Un partido entre Real Madrid y Real Madrid es lo más habitual entre las consolas que empiezan a echar humo "y es que en el equipo blanco juega una bestia que se llama Cristiano Ronaldo y es el mejor del videojuego", cuenta la promesa de este año, Óscar Martín, que desvela su sistema táctico: "4-2-3-1 siempre y si hay que aguantar el resultado 4-5-1 en los últimos diez minutos".
EFE
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