La muestra, que se prolongará hasta el domingo, acoge a unas 800 empresas de más de 40 países y a unos 335.000 visitantes, entre profesionales del sector y aficionados.
La feria de videojuegos Gamescom abrió ayer sus puertas en Colonia (oeste de Alemania), con previsiones optimistas para el año e interesantes novedades, principalmente juegos y accesorios, para las consolas de Sony, Microsoft y Nintendo.
La muestra, que se prolongará hasta el domingo, acoge a unas 800 empresas de más de 40 países y a unos 335.000 visitantes, entre profesionales del sector y aficionados.
En la feria destaca la presentación de una serie de nuevos juegos para la Xbox One de Microsoft y la PlayStation 4 de Sony, juegos que tratan de explotar al máximo las capacidades de estas consolas, que ya llevan año y medio en el mercado.
El gigante estadounidense de la informática presentó el martes ante los medios los títulos Scalebound, Quantum Break, Crackdown 3, la tercera temporada de Killer Instinct y The Rise of the Tomb Raider, aunque muchos empezarán a comercializarse en otoño de 2016.
Microsoft avanzó asimismo que su nuevo sistema operativo, el Windows 10, estará a partir de noviembre disponible para la Xbox One, lo que seguirá difuminando las fronteras entre los videojuegos para ordenador y para consola.
La nipona no ha organizado ningún acto para la prensa especializada y mostrará directamente sus novedades a los aficionados.
La apertura de la Gamescom sirvió además para repasar las buenas expectativas del sector, que según un estudio presentado en la inauguración prevé un crecimiento global para este año superior al 10 %.
"El mercado crece con un dinamismo nunca visto", aseguró en la apertura de la muestra Maximilian Schenk, director ejecutivo de la Asociación Federal de Software de Entretenimiento Interactivo (BIU) de Alemania.
El país invitado en esta edición es el Reino Unido, que cuenta con un importante sector económico dedicado a los videojuegos.
EFE
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