Los reflejos de Bush corroboraron la teoría de que "existen dos vías independientes en el sistema visual humano".
El ex presidente estadounidense George W. Bush hizo una contribución inesperada a la ciencia cuando esquivó los zapatos que le lanzó en diciembre de 2008 en Bagdad un reportero iraquí, según revela un estudio publicado hoy en la revista Current Biology.
Los reflejos de Bush y la impasibilidad que mantuvo durante el incidente el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, quien se encontraba al lado del presidente estadounidense, corroboraron la teoría de neurocientíficos de la Universidad de Washington de que "existen dos vías independientes en el sistema visual humano".
Uno de los sistemas guía las acciones y el otro la percepción, y lo interesante es que el primero permite al cerebro "ver" cosas que los ojos no perciben, según el estudiante de doctorado en psicología Jeffrey Lin, autor principal del estudio.
"Cuando lanzamos dos bolas con trayectorias muy similares contra alguien, pueden parecer iguales a su sistema de percepción, pero el cerebro calcula de forma automática cuál representa una mayor amenaza y desencadena una maniobra de evasión incluso antes de que la persona se dé cuenta de lo ocurrido", afirma Lin.
Esto explica por qué en el vídeo del incidente de los zapatos Al Maliki ni se inmuta.
"Su cerebro ya ha captado que el zapato no representa una amenaza. Pero el cerebro de Bush lo ha catalogado como una amenaza y desencadena un movimiento de evasión, todo en una fracción de segundo", señala Lin.
Los científicos realizaron varios experimentos por ordenador con estudiantes para demostrar su teoría, y el incidente de Bagdad fue un inesperado y bienvenido ejemplo en la vida real.
Según Geoffrey Boynton, coautor del estudio, el suceso demuestra que un estímulo en forma de amenaza llama la atención incluso cuando no se puede identificar de forma consciente.
"Que esto sea más preciso que nuestra percepción consciente es bastante asombroso", dijo.
EFE
Comparte esta noticia