Agregó que para muchos científicos es "patético" que la teoría de Darwin haya comenzado a estudiarse en secundaria apenas hace 20 años, no obstante recordó que apenas en 1993 se hizo obligatoria la secundaria.
La Iglesia católica y los grupos conservadores en México toleran la enseñanza de la evolución, de Carlos Darwin, pero rechazan con intolerancia la educación sexual en las escuelas y la prevención del aborto, dijo hoy a Efe la bióloga Ana Barahona.
La científica, quien es la primera mexicana en ser admitida en la Academia Internacional de la Historia de la Ciencia, explicó que las teorías de Darwin sobre la evolución de las especies y el origen del hombre como resultado de un proceso evolutivo comenzaron a enseñarse desde el Gobierno de Porfirio Díaz (que se mantuvo en el poder de 1876 a 1911), cuando su ministro de Educación, Justo Sierra, impulsó la enseñanza de las ciencias.
Lamentó que la enseñanza de la evolución se haya adoptado de manera consistente en el nivel de secundaria apenas en 1993, con una reforma para modernizar la educación, "aunque desde 1974 empezó a enseñarse las ciencias naturales desde el punto de vista evolutivo".
Agregó que para muchos científicos es "patético" que la teoría de Darwin haya comenzado a estudiarse en secundaria apenas hace 20 años, no obstante recordó que apenas en ese año se hizo obligatoria la secundaria.
Recordó que en esa reforma también se aprobó incluir la educación sexual desde la primaria, tema que generó una furibunda reacción de los grupos religiosos y conservadores, los cuales lograron echar atrás esta asignatura en varios estados del país.
"En Estados Unidos los conservadores atacan la explicación científica de la evolución, mientras que en México su blanco principal es la educación sexual y el aborto, y es una batalla que se ha perdido hasta ahora", dijo Barahona.
Recordó que en el vecino país del norte además de la biología se enseñan las explicaciones religiosas como el creacionismo y la denominada "teoría del diseño inteligente", la cual sirve como argumento para dar una explicación religiosa del origen del universo.
Barahona es también jefa del Departamento de Biología Evolutiva de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y presidenta de la Sociedad Internacional de Historia, Filosofía y Estudios Sociales de la Ciencia.
Sobre su ingreso a la Academia Internacional de Historia de la Ciencia, la bióloga mexicana destacó que ella es la primera mujer mexicana que es aceptada en esa institución, y que para ser nominada se requirió ser propuesta por colegas de dos universidades.
"Este es un nombramiento honorífico que reconoce la trayectoria y las aportaciones en el área de la historia de la ciencia", explicó.
De México hay dos científicos más: uno que ingresó en 1991 y el segundo en 1995, "y ahora yo... los tres somos de la UNAM, lo que significa un reconocimiento a nuestra máxima casa de estudios".
Añadió que en este organismo están representados una gran cantidad de países.
Señaló que el propósito de la Academia es promover la investigación y la difusión de la historia de la ciencia para convertirla en algo importante, porque la ciencia y la tecnología son características de las sociedades modernas.
Barahona explicó que es importante promover el estudio de la historia de la ciencia, pues las sociedades actuales, conocidas como la sociedad del conocimiento, son moldeadas por la ciencia y la tecnología.
Explicó que la ciencia y la tecnología han modificado el entorno natural, lo que supone grandes problemas como son el calentamiento global o la destrucción de la capa de ozono, no obstante, las soluciones las ofrece el mismo desarrollo científico y tecnológico.
Mario Molina, premio Nobel de Química 1995, "demostró que los clorofluorocarbonos que se usaban como refrigerantes eran la causa de la destrucción de la capa de ozono por lo que se pidió dejar de usarlos", recordó.
Barahona desarrolló diversas investigaciones en Harvard y en la American Philosophical Society, además desarrolló estudios postdoctorales en la Universidad de California, y en México ha dirigido 25 tesis de licenciatura, maestría y doctorado. EFE
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