Esta misión significa otro paso adelante en los planes de China por establecer una base permanente en el cosmos.
La nave espacial Shenzhou VIII completó anoche con éxito su segundo acoplamiento con el módulo Tiangong I, otro paso adelante en los planes de China por establecer una base permanente en el cosmos, informó la agencia oficial Xinhua.
La nave y el módulo, que habían orbitado juntos alrededor de la Tierra durante 12 días, se separaron para unirse nuevamente en una operación que duró media hora y volvió a llevarse a cabo sin problemas técnicos, informó el centro de control espacial de Pekín.
Tras esta segunda unión, los dos aparatos volarán juntos dos días, y después, la octava nave Shenzhou (que significa "barco divino") regresará a la Tierra, el próximo 17 de noviembre.
Con este programa, China, el tercer país que llevó un astronauta al espacio, quiere demostrar que está equipada tecnológicamente para trabajar en bases permanentes en el cosmos, frente a las reticencias de países como EEUU a que Pekín participe en la Estación Espacial Internacional (ISS).
En 2012, la novena y la décima naves de la serie Shenzhou también se acoplarán al módulo y al menos una de ellas irá tripulada, seguramente, por la primera mujer astronauta del país asiático.
China planea instalar su primer laboratorio en el espacio hacia 2016, y disponer de una base espacial permanente a finales de esta década.
EFE
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