"Curiosity" porta en su interior el Laboratorio Científico de Marte y tienen la misión de determinar si se dan o se dieron alguna vez las condiciones para la vida en el Planeta Rojo.
La NASA ultima los preparativos para enviar el próximo sábado el robot mejor equipado hasta la fecha a Marte con la misión de determinar si se dan o se dieron alguna vez las condiciones para la vida en el Planeta Rojo.
El lanzamiento, inicialmente previsto para el viernes, se retrasó hasta el sábado 26 de noviembre a las 15.05 GMT después de que se detectara este fin de semana que era necesario reemplazar una de las baterías del cohete que llevará al robot, informó la NASA.
Curiosity será lanzado a bordo de un cohete Atlas V desde la plataforma 41 de la base aérea de Cabo Cañaveral, en Florida.
Los ingenieros cuentan con un periodo de oportunidades de lanzamiento hasta el 18 de diciembre y prevén que todo continúe según lo previsto para que el vehículo llegue a Marte en agosto de 2012.
El robot Curiosity porta en su interior el Laboratorio Científico de Marte (MSL, por sus siglas en inglés) que cuenta con 10 instrumentos para buscar evidencias de un entorno favorable para la vida microbiana, incluidos los ingredientes químicos de la vida.
Esto supone el doble de instrumentos que los robots lanzados anteriormente por la NASA y es el primero que utilizará un láser para poder analizar el interior de las rocas y analizará sus gases con el espectrómetro que puede enviar datos a la Tierra.
Su nombre se lo debe a Clara Ma, una escolar de Kansas que ganó un concurso convocado por la NASA en el que recogió las propuestas de más de 9.000 estudiantes de todo el país.
Con una tonelada de peso y tres metros de largo, es cinco veces más pesado que sus predecesores, los gemelos Spirit y Opportunity, que tenían el tamaño de un carrito de golf, y llegaron al Planeta Rojo en enero de 2004 en busca de señales de agua.
A bordo lleva todos los instrumentos para medir la habitabilidad pasada y presente estudiando las condiciones ambientales del planeta.
Curiosity buscará compuestos que contienen carbono -uno de los principales ingredientes para la vida tal y como la conocemos- y evaluar cómo era en sus orígenes.
A diferencia de los otros robots, cuenta con el equipo necesario para tomar muestras de rocas y suelo y procesarlos por si mismo.
La NASA comenzó a planear la misión MSL en 2003 y durante los últimos ocho años, científicos e ingenieros han construido y probado las capacidades del robot, que esperan, lleve la investigación planetaria a otro nivel.
"Ésta es la máquina que cualquier científico especialista hubiera soñado", señaló a la prensa Ashwin Vasavada, científico adjunto del proyecto MSL en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en una de las sesiones previas informativas.
"Este vehículo no sólo es el robot más capaz técnicamente enviado a otro planeta, sino el explorador científico más capaz que hemos enviado", agregó.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en California, lo ha diseñado para que sea capaz de superar obstáculos de hasta 65 centímetros de alto (para evitar quedar atrapado como le sucedió a su predecesor Spirit) y de avanzar unos 200 metros al día.
Otra de sus novedades es su autonomía, ya que la energía eléctrica no dependerá sólo de paneles solares, sino que tiene un generador de energía de potencia de radioisótopos a través de un generador termoeléctrico que utiliza plutonio.
Esta fuente de alimentación de larga duración da a la misión una esperanza de vida en la superficie de Marte de un año marciano, equivalente a 687 días terrestres, o más.
Curiosity aterrizará al pie de una montaña con varios estrados dentro del cráter Gale, que contienen minerales que para su formación necesitan agua. El lugar donde se posará, que fue elegido en consulta con un panel de 100 científicos, tiene un abanico aluvial que probablemente lo formaron sedimentos arrastrados por agua, lo que lo presenta como un sitio de especial interés.
España aportará a esta misión una estación medioambiental (Rems) que medirá, entre otros parámetros, la temperatura del suelo, del aire, la presión, la humedad y la radiación ultravioleta, y una antena que facilitará el envío de datos y le pondrá directamente en contacto con la Tierra.
La agencia espacial rusa aporta, por su parte, un espectrómetro de neutrones (DAN, por sus siglas en inglés) con capacidad para detectar hidrógeno (que puede significar la presencia de agua en forma de hielo o en la superficie de un mineral) en el subsuelo con una profundidad de hasta un metro.
EFE
Comparte esta noticia