Entre los estudios desarrollados se encuentran las investigaciones sobre la relación del krill con otras especie de la Antártida. Esta vez también se analizará el fondo marino.
Uno de los proyectos de investigación que desarrolla en estos momentos el Instituto Nacional del Mar del Perú (Imarpe) en el continente blanco busca conocer la relación que tiene el Krill, una especie clave del mar de la Antártida, con los organismos del ecosistema del Estrecho de Bransfield.
“El Krill es una especie clave dentro de este ecosistema, así como lo es la anchoveta para nosotros en el mar peruano. Nos falta conocer los efectos que tiene esta variedad de crustáceo en todos los organismos y especies”, informó a la agencia Andina la bióloga, Patricia Ayón Dejo.
Explicó que el Krill realiza migraciones verticales. Sube y baja el mar entre 400 y 500 metros durante el día. Y en ese desplazamiento, dijo, establece interacciones con otras especies que a pesar de los años que lo investiga, el Imarpe desconoce.
El Estrecho de Bransfield es un área adyacente a la base científica Machu Picchu de la Antártida, en donde además de ubicarse grandes biomasas de Krill, transitan y permanecen ballenas que Imarpe analiza.
El estudio del ecosistema del Estrecho de Bransfield será integrado y permitirá tener una visión completa de todos los habitantes y componentes biológicos del lugar. Desde las plantas microscópicas que habitan el mar antártico, hasta los depredadores superiores como las aves y ballenas.
FONDO MARINO
Paralelamente a ese estudio, se analizará por primera vez el fondo marino con el objetivo de conocer las comunidades bentónicas, los denominados organismos asociados a los diferentes sedimentos (arenas) del fondo, que se encuentran en el Estrecho de Bransfield.
“Queremos conocer las diferentes especies que viven en el fondo: cómo se alimentan, cómo viven, cuánta biomasa de peces existe allí”.
Este estudio es importante para el Perú, comentó Ayón Dejo, porque en el fondo marino existe una especie de peces que pueden ser explotados para elaborar medicamentos, y porque puede brindar información a los industriales acerca de las razones de por qué hay organismos que soportan temperaturas más frías que otras.
Las investigaciones se realizan en la plataforma del BIC Humboldt, y a ellas se suman otras actividades como un crucero oceanográfico y la visita a las bases antárticas. Según el plan de trabajo, las exploraciones durarán entre 19 a 20 días.
El equipo desembarcó en el continente blanco el 23 de enero, pero debido a las difíciles condiciones climáticas, fuertes vientos de una intensidad entre los 15 y 25 nudos que generaron oleajes, precipitaciones y baja visibilidad en el área, descargó seis días después los materiales para instalar la base científica Machu Picchu y ponerla operativa.
Desde esa fecha, realiza las actividades de investigación, crucero bio- oceanográfico y las visitas a las otras bases científicas.
Durante el 2008, 2009, 2010 y 2011 las expediciones científicas del Imarpe no usaron el BIC Humboldt para trasladarse, pues la nave estuvo en proceso de repotenciación.
Sin embargo, gracias a las alianzas estratégicas que los países del Tratado Antártico establecen, las armadas de otros Estados apoyaron el traslado del equipo de científicos del Imarpe hacia la base científica Machu Picchu para que continuara sus investigaciones.
El Perú se adhirió al tratado antártico el 10 de abril de 1981, y la primera expedición al continente blanco fue en el año 1988.
ANDINA
Comparte esta noticia