Sin embargo, el genio detrás del robot humanoide que está sorprendiendo al mundo dijo que la tecnología no será la solución de los problemas del futuro.
Los robots humanoides podrán caminar por la calle en diez años y convivir con los seres humanos sin que estos se percaten de su naturaleza electrónica, aseguró en Lima el profesor de la Universidad de Aalborg (Dinamarca), Henrik Scharfe, quien ha creado un robot con su misma apariencia.
Durante la inauguración de ExpoTic 2012, la primera feria y congreso internacional de infraestructura e innovación tecnológica que se realiza en Lima hasta el sábado, Scharfe presentó a Geminoid-DK, un robot creado a su imagen y semejanza, capaz de imitar sus movimientos faciales y mantener conversaciones con su ideólogo.
En una conferencia, Scharfe indicó que su clon robótico, que de momento está sentado y conectado a una computadora, podrá caminar por la calle e interactuar con otra gente "en tan solo una década, si en ese tiempo se construye infraestructura avanzada, convergen fuentes tecnológicas y sacamos los robots de los laboratorios".
Hasta ahora su robot ha servido para experimentar la interacción de las personas con él, ha tomado exámenes orales a los alumnos de Scharfe e incluso ha asistido a una fiesta en su casa.
"Para ver a un humanoide paseando entre nosotros solo se necesita mejorar la tecnología existente, como la autonomía de las baterías, los sistemas para evitar obstáculos y los sistemas de navegación", añadió.
El profesor danés explicó que este desarrollo dará lugar a que los androides o humanoides ocupen funciones de un asistente personal, "como por ejemplo la gestión del correo electrónico", pero también de servicio al público, "como un maniquí que explique al comprador las características de la ropa que está interesado en comprar".
Scharfe señaló que esta situación será habitual porque "los humanos tratamos a un robot como si fuera otro ser humano si este tiene la apariencia de una persona, a pesar de que ahora resulte sorprendente ver a un androide que atiende al público o que simplemente viaja en avión".
"Es muy difícil que las personas desarrollemos reacciones emotivas ante un robot de una fábrica de coches, con un cuerpo metálico, cuadrado, robusto y de apariencia peligrosa, pero es mucho más fácil si el robot tiene un rostro humano y además nos ayuda en casa, aunque sepamos que su interior es electrónico", continuó.
No obstante, el creador de Geminoid-DK ha constatado que las reacciones de una persona ante un androide con apariencia humana varían según "la edad, el género y la situación donde se da la interacción".
"Así que habrá que ser cautos cuando estos androides convivan entre nosotros y, en el momento de fabricarlos, habrá que vigilar muy bien cuál es su función y el público objetivo al que se dirigen", agregó.
EFE
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