Rusia decidió no defender la propiedad intelectual proveniente de los "países enemigos".
La invasión de Rusia a Ucrania en febrero ha ocasionado que muchas compañías decidan cerrar o suspender sus operaciones en el país presidido por Vladímir Putin.
Tanto marcas de productos electrónicos (Samsung, Apple) como proveedores de software (Adobe) y entretenimiento (Netflix, Playstation) han decidido no trabajar en Rusia.
Esta represalia a la invasión a Ucrania aísla aún más a los ciudadanos rusos del mundo.
La solución Rusia: ir contra el copyright
El primer ministro ruso Mikhail Mishustin ha aprobado recientemente las “importaciones paralelas”.
Basándose en este marco, los usuarios podrán hacerse de la propiedad intelectual de “países enemigos” en los que están incluidos los de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Reino Unido y Australia.
Rusia así renuncia a la responsabilidad de actuar en contra de las violaciones de copyright que involucren propiedad intelectual proveniente de estos países.
No solo son shows o videojuegos. Las “importaciones paralelas” incluyen “derechos de invención, modelo de utilidad, diseño industrial en relación con programas informáticos, bases de datos y topologías de circuitos integrados”.
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