Estudios señalan que la desaparición de estas especies se debe a la contaminación ambiental.
Las salamandras están desapareciendo en América Central de una forma misteriosa, como ya ha ocurrido con las ranas y otras especies de anfibios, reveló un artículo publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Según científicos estadounidenses, mexicanos y guatemaltecos, la desaparición ha ocurrido incluso en lugares protegidos y afecta a dos tipos de salamandra que hasta hace un tiempo eran abundantes.
Nuestros resultados subrayan la necesidad urgente de documentar y comprender la declinación de las salamandras neotropicales como parte de un esfuerzo mayor por conservar la diversidad anfibia en el mundo, señalaron los investigadores.
Aún cuando nunca se ha precisado la razón de las desapariciones de anfibios, muchos científicos han indicado que se debe a la contaminación ambiental, tanto del aire como de las aguas, que son el hábitat principal de esos animales.
En el caso de Estados Unidos, la desaparición de ranas y sapos ha sido atribuida a una enfermedad fungal causada por el patógeno Batrachochytrium dendrobatidis.
David Wake, de la Universidad de California y sus colegas de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad San Carlos, de Guatemala, indicaron en el estudio que el fenómeno no se puede explicar solamente a través de una destrucción del hábitat.
En un censo de salamandras realizado en el sur de México, Wake y sus colegas descubrieron que dos tipos de esos anfibios que carecen de pulmones (Plethodontidae) se habían extinguido y que otros marcaban una abrupta declinación en relación con datos recogidos en la década de 1970.
Las salamandras sin pulmones, que respiran a través de la piel, representan un 65% de todas las especies de ese anfibio en el mundo.
Según los científicos, los últimos datos recogidos en 2005 y 2007 indicaron que no había ejemplares de Pseudoeurycea brunnata y P. goebeli, cuya existencia había sido constatada en 1970.
Los científicos indicaron que la desaparición de salamandras afectó en mayor medida a las que vivían en tierra firme frente a las que lo hacen en los árboles.
-EFE
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