Un lento y meticuloso recorrido de casi 20 kilómetros por las calles de Los Ángeles que se convertió en un espectáculo para los vecinos.
A una velocidad máxima de 3 kilómetros por hora, la nave se despidió del aeropuerto internacional de Los Ángeles, donde aterrizó el 21 de septiembre, remolcada sobre una plataforma y escoltada por un extenso operativo pendiente de que ese aparato, que desafió la gravedad en 25 misiones, no sufra un accidente de carretera.
El traslado comenzó pasadas las 2 de la madrugada (9.00 GMT) y le llevó al Endeavour casi 4 horas alcanzar su primera área de descanso, el aparcamiento de un centro comercial en el que esperó en torno a 9 horas a que empleados de la red eléctrica retiraran el cableado de la luz que se interponía en su camino antes de ponerse de nuevo en marcha.
El transbordador, de 88 toneladas, que hace apenas un año y medio veía el amanecer acoplado a la Estación Espacial Internacional (EEI) contempló hoy la salida del sol entre dos entidades bancarias, una peluquería, un centro de masajes y un comercio de productos para el baño.
"Es un evento, es algo fantástico, mis amigos me estaban diciendo que estaban tomando fotos y dije no... ¡yo tengo que ir a verlo!", aseguró a Efe la mexicana Silvestra Solís, empleada del cercano supermercado Ralphs que aprovechó un receso en el trabajo para ver el vehículo de la NASA con sus propios ojos.
Solís fue uno de los centenares de personas que se acercaron hasta el lugar, acordonado por la policía y abarrotado de medios de comunicación.
Desde el California Science Center (CSC), una organización sin ánimo de lucro, también espera que el interés despertado por el Endeavour sirva para recaudar fondos para el centro aeroespacial Samuel Oschin, que será el hogar final del transbordador una vez se termine su construcción en 2017.
"Se trata de una campaña de 200 millones de dólares de los que tenemos la mitad", confirmó a Efe el encargado del área aeroespacial del CSC, Kenneth Phillips.
Hasta la finalización de la obra, la nave quedará alojada en un hangar donde se exhibirá al público a partir del 30 de octubre.
El centro científico, cuya entrada es gratuita, está valorando establecer tarifas de dos o tres dólares para quien quiera garantizarse ver el Endeavour una vez expuesto.
"Esperamos realmente muchísima gente", dijo Phillips que confía en que los visitantes sean "generosos en sus donativos".
Debido a las características del transbordador y el poco espacio en su interior, CSC ha descartado que el público pueda visitarlo por dentro, por lo que extraerán su equipamiento y reconstruirán sus compartimentos fuera del vehículo para hacerlos accesibles, igual que la cabina de piloto, que se recreará como un simulador.
El transbordador despegó por primera vez en 1992 y hasta que cesó sus operaciones en 2011 realizó en 25 misiones 4.671 órbitas alrededor del planeta en 299 días, en total 197.761.261 kilómetros, una distancia superior a la que separa la Tierra del Sol.
Debido a su envergadura y las características de Los Ángeles, las autoridades han empleado un año y medio en planificar la logística de su traslado que implicó la tala de casi 400 árboles, retirada de semáforos, cableados y señalizaciones, así como el corte de vías.
Phillips aseguró que CSC invertirá 2 millones de dólares de sus fondos para plantar un millar de árboles en las zonas afectadas.
En los tramos de calle más estrechos antes de llegar al CSC el sábado por la noche, el Endeavour tendrá apenas un margen de 15 centímetros por cada ala para maniobrar por la ciudad.
"Nos vamos a tomar el tiempo necesario. Llevaremos el transbordador allí de una pieza, sin arañazos", declaró Phillips.
EFE
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