Gokú se ganó la admiración de todos los Dioses de la destrucción al alcanzar el estado definitivo del Ultra Instinto.
Luego de dos semanas de espera, Dragon Ball Súper volvió con su esperado episodio 129, “Trascendiendo los límites ¡La doctrina egoísta dominada!”, el cual nos mostraría, por fin, la forma absoluta del Ultra Instinto de Gokú.
Antes de caer fuera del escenario, Vegeta decidió entregarle lo último de su energía a Gokú, para que este pueda hacerle frente a Jiren. Sin embargo, en un primer enfrentamiento, este seguía siendo un rival imposible de derrotar para el poder de Kakaroto.
Cuando Jiren estuvo a punto de dar el golpe final, Gokú despertó, por tercera vez, el Ultra Instinto (o Doctrina Egoísta) y pueda hacerle frente por un momento a Jiren. Claro está, que el poder del guerrero del Universo 11 seguía siendo superior y el destino del Universo 7 aún estaba en riesgo.
Aunque anteriormente Gokú había logrado hacerle daño a Jiren en este estado, esta vez sus golpes no lograban ser efectivos. Algo que, según explica Wizz, sucedía porque “Gokú seguía pensando sus movimientos y no dejaba que sus movimientos fluyan”.
En un intento por acabar con la batalla, nuestro héroe intenta aplicar un Kamehameha similar al que utilizó contra Kefla. Sin embargo, Jiren atravesó su técnica de un solo golpe. Felizmente, no logró causar mucho daño, debido a que Gokú concentró el kamehameha como una barrera.
Desde la tribuna, Vermoud y el Kaio-shin del Universo 11 ya celebraban un inminente triunfo. Mientras ellos sonreían, Vegeta los interrumpe y se burla de ellos por creer que la batalla estaba decidida.
“En el poco tiempo de duración del Torneo de Fuerza, los sayayin superamos nuestros límites más de una vez y ustedes fueron testigos de ello”, les dijo el príncipe sayayin, mientras veíamos un flashback de esos emocionantes momentos.
Gokú reacciona y muestra un considerable incremento de su poder. El aura resplandeciente que acompaña al estado del Ultra Instinto aumenta cada segundo y esto hace que el único defensor del universo 7 empiece a tener mayor control de la batalla.
Sin embargo, Jiren reacciona y pone en aprietos a Kakaroto asestándole una serie de golpes mientras permanecía sobre una pequeña porción de tierra que parecía que iba a destruirse en cualquier momento.
Mientras la tribuna, en donde permanecen los guerreros eliminados de los universos restantes, así como los dioses de la destrucción, sus ángeles y Kaio Shin, esperaba el inminente final de la batalla, Toppo empieza a notar un extraño destello.
En ese preciso instante, Gokú contraataca y llega acertar un potente golpe contra Jiren. De pronto, un enorme resplandor aparece en todo el lugar y empieza a ser absorbido por Gokú. Esto asusta a Vermoud, quien le pide a Jiren acabar con la pelea de inmediato.
El guerrero del Universo 11 reúne una impresionante cantidad de energía para acabar con Gokú. “Gokú, ese golpe certero y el poder que cultivaste, merece ser retribuido”, dice Jiren antes de enviar su ataque definitivo.
Cuando la técnica estuvo a punto de tocar a Kakaroto, este logró hacerlo desaparecer y en un instante apareció detrás de Jiren con la bola de energía de este en sus manos. Él estaba cubierto por una luz blanca.
La escena hace que todos los Dioses se pongan de pie. “La doctrina egoísta, en todo su resplandor”, dice Bills. En ese momento, la luz empieza a desintegrarse y Gokú se luce con el cabello plateado y un destello que cubre su cuerpo.
Así acaba el episodio 129, un episodio que, aunque no trajo sorpresas, nos mantuvo enganchados frente al monitor durante sus 20 minutos de duración. Gokú tiene la oportunidad de salvar al universo 7 con el nuevo poder que acaba de adquirir.
Solo nos queda esperar al estreno del próximo episodio, “Un final único ¡La batalla de supervivencia definitiva!” que llegará el 10 de marzo.
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