La jefa de policía, Rosie Cordero-Stutz, aseguró que su personal no colaborará con las redadas federales y destacó la importancia económica y social de los inmigrantes en la región.
Rosie Cordero-Stutz, la nueva sheriff de Miami-Dade, ha trazado una postura firme frente a las anunciadas deportaciones masivas del presidente electo Donald Trump. La funcionaria, de origen latino, afirmó que los agentes bajo su mando no participarán en redadas ni en inspecciones migratorias, priorizando la seguridad pública y la confianza de los residentes en la policía local.
Ante el contexto de incertidumbre que viven millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, Cordero-Stutz destacó el papel crucial de estas comunidades en el desarrollo económico y social del condado. “Nos aseguraremos de seguir brindando un buen servicio público, sin enfocarnos en el estatus migratorio de las personas”, declaró en una entrevista con CBS News.
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Un enfoque en la seguridad pública
En un comunicado oficial dirigido a los residentes de Miami-Dade, Cordero-Stutz dejó claro que la política de su oficina se centra en la protección de la comunidad. "Nuestra prioridad es la seguridad, y no pedimos el estatus en materia de inmigración durante nuestros contactos con los ciudadanos", aseguró.
La sheriff también hizo un llamado especial a las mujeres inmigrantes para que denuncien cualquier caso de violencia de género o abuso, subrayando que su estatus migratorio no será un impedimento para recibir ayuda o asesoramiento de las autoridades locales.
Una región construida por inmigrantes
Miami-Dade es un condado donde más del 50% de la población es inmigrante, y esta realidad no pasa desapercibida para Cordero-Stutz. La sheriff destacó la relevancia de esta comunidad en áreas clave como la fuerza laboral y la economía local. “Los inmigrantes son esenciales para nuestra región, y su bienestar afecta directamente la prosperidad de todos los residentes”, afirmó.
Aunque la política del nuevo presidente apunta a reforzar las deportaciones, el liderazgo de Miami-Dade parece decidido a priorizar la estabilidad social y económica de su población, evitando que el miedo y la desconfianza se extiendan entre sus habitantes.
Renuncias previas a la presidencia de Trump
La tensión política en Florida no se limita al ámbito policial. A pocos días de la toma de posesión de Trump, el fiscal federal Markenzy Lapointe, también de origen inmigrante, anunció su renuncia efectiva al 17 de enero. Su reemplazo será Michael Davis, quien deberá enfrentar los retos legales y políticos del nuevo gobierno en un estado clave para la política migratoria.
Con estas decisiones, las autoridades de Miami-Dade trazan una línea clara frente a las políticas federales, reafirmando su compromiso con la inclusión y la seguridad de todos los ciudadanos, independientemente de su estatus migratorio.
Créditos vídeo: YouTube | @BBCMundo.
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