El futuro del Parole Humanitario en USA es incierto ante las bajas aprobaciones recientes y las promesas de Donald Trump de eliminar el programa.
El Parole Humanitario, programa diseñado para facilitar la entrada de inmigrantes en situaciones humanitarias, enfrenta un futuro incierto con la próxima administración de Donald Trump en Estados Unidos. Aunque el programa sigue operativo, su funcionamiento ha sido significativamente limitado en los últimos meses, generando dudas entre los solicitantes.
Datos alarmantes
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), en noviembre de 2024 solo 50 personas ingresaron al país bajo este programa, ninguna de ellas cubana. En términos de permisos de vuelo, las cifras son igual de bajas: 30 para haitianos, 10 para nicaragüenses y 10 para venezolanos.
Este panorama ha llevado a expertos como Ángel Baullosa, creador de Immigreat Case Tracker, a calificar la situación como crítica, con cifras diarias de aprobación reducidas a cero y decenas de negaciones, de acuerdo a un informe de Univisión.
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Desde su suspensión temporal en agosto por presuntos fraudes, el programa no ha recuperado su ritmo. Aunque disminuyó los cruces ilegales en un 98%, las estadísticas actuales sugieren un estancamiento, mientras miles de familias esperan respuestas.
Un futuro incierto bajo Trump
Con la promesa de eliminar el Parole Humanitario al asumir el cargo el próximo 20 de enero, Donald Trump podría dejar en el limbo a quienes ya cuentan con un permiso. Según la abogada Rosaly Chaviano, aunque una suspensión del programa no invalidaría automáticamente los paroles otorgados, el presidente podría emitir órdenes para revocarlos.
Ante este panorama, los inmigrantes deben explorar alternativas como asilo, visas de empleo o peticiones familiares antes del cambio de administración. Para los cubanos, la Ley de Ajuste Cubano sigue siendo una opción viable tras cumplir un año y un día en Estados Unidos.
Sin explicaciones claras por parte de las autoridades sobre el incumplimiento de la meta de 30 000 visas mensuales, la incertidumbre marca el camino del Parole Humanitario.
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