En Estados Unidos, obtener una visa para estudiar es un proceso que involucra varios aspectos legales y logísticos. Sin embargo, surge una pregunta común entre quienes buscan estudiar en el país: ¿también le pueden dar este documento a mis acompañantes?
La interrogante sobre la extensión de visas para familiares de estudiantes aceptados en instituciones educativas de renombre ha generado inquietudes sobre el acceso a la educación y la reunificación familiar en Estados Unidos. En este contexto, la visa F-2 emerge como una opción para los familiares cercanos de estudiantes internacionales, aunque con limitaciones significativas.
Una alternativa
La visa F-2 está diseñada para cónyuges e hijos menores de 21 años de titulares de visas F-1, quienes son estudiantes académicos o de idioma en instituciones acreditadas en Estados Unidos. Esta categoría de visa permite a los familiares acompañar al estudiante principal durante su periodo de estudios en el país.
Sin embargo, la visa F-2 no autoriza el empleo remunerado ni la inscripción a cursos académicos a tiempo completo. Esto puede representar un desafío para algunos familiares que deseen participar activamente en la comunidad educativa o contribuir económicamente al hogar.
No asegura nada
Además, obtener una visa F-2 no garantiza la entrada a Estados Unidos, ya que los solicitantes deben demostrar vínculos familiares sólidos y la intención de regresar a sus países de origen al finalizar el periodo autorizado de estadía.
A pesar de estas limitaciones, la visa F-2 sigue siendo una opción importante para muchos familiares de estudiantes internacionales, brindando la oportunidad de acompañar y apoyar a sus seres queridos durante su experiencia educativa en Estados Unidos.
Sin embargo, la complejidad del proceso y las restricciones asociadas resaltan la necesidad de una revisión más amplia de las políticas de visas para garantizar la inclusión y la unidad familiar en el contexto migratorio estadounidense.
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