Muchos hablan del vínculo entre las fuertes lluvias y la expansión del virus; sin embargo, investigadores isreaelíes han contrado mucha relación entre los lugares donde surgen brotes de zika y las sequías prolongadas.
El brote de zika está influenciado por el fenómeno de El Niño, pero no por las fuertes lluvias que provoca, sino, al contrario, por las severas sequías sufridas en el noreste de Brasil, según un estudio de la Universidad de Haifa (Israel) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.
"Muchos medios hablan del vínculo entre las fuertes lluvias y tormentas y la expansión del virus. Pero lo que hemos averiguado, aunque de momento con resultados provisionales, es que hay mucha más relación entre los lugares donde surgen brotes de zika y las sequías prolongadas", explicó la profesora Shlomit Paz.
"Hay varios estudios de hace unos años que ya muestran que en esa zona, en épocas de sequía persistente, hay un incremento del almacenamiento de agua en las casas", indicó la investigadora, del departamento de Geografía y Estudios Medioambientales de la universidad y que, junto con el profesor Jan Semenza, es coautora de informe que publica este mes la revista "The Lancet".
Añadió que esos depósitos líquidos y tanques de agua "crean un muy buen clima para los mosquitos" y, además, "están situados cerca de las viviendas".
En los últimos meses se han registrado en el noreste de Brasil muchas menos lluvias de lo habitual, en parte debido al efecto de El Niño y también por el cambio climático.
"Las principales localizaciones del zika están precisamente en esa zona, en el noreste de Brasil, y no en la costa occidental de Sudamérica donde abundaron las lluvias", señaló Paz.
Agregó que "ocasionalmente se espera que aumente la población de mosquitos en lugares donde hay fuertes lluvias, pero esto depende del medioambiente ecológico. A veces se puede observar también un aumento de mosquitos con las sequías".
"Los datos arrojan una fuerte correlación entre las condiciones climáticas extremas: altas temperaturas en el noreste de Brasil -el pasado año se alcanzaron las mayores registradas jamás en esa región- combinadas con gran sequía y la aparición del zika en la misma zona semanas después", puntualizó.
El estudio publicado representa solo los primeros resultados de la investigación, que continuará con un análisis más profundo de los datos.
El zika se transmite a través del mosquito Aedes aegypti, que también puede contagiar otras enfermedades como el dengue y el chikunguña, y no causa, por lo general, una enfermedad mortal, pero la incidencia en mujeres embarazadas se ha vinculado con casos de microcefalia y otras malformaciones.
El pasado lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que los dos grupos de casos de microcefalia y otros desórdenes neurológicos detectados en Brasil y en la Polinesia Francesa y su posible relación con el virus del Zika son una emergencia sanitaria de alcance internacional.
EFE
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