Jugadores, streamers y hasta desarrolladores de videojuegos han sido denunciados públicamente por acoso, abuso y violencia contra mujeres.
El sector de los videojuegos vive durante los últimos días una oleada de acusaciones por parte de mujeres que aseguran en redes sociales haber sufrido abusos sexuales de hombres de la industria y streamers, una tendencia iniciada por varios casos polémicos en el estudio Ubisoft y en la plataforma Twitch.
En el caso del sector del streaming de videojuegos, hasta este miércoles se han realizado más de 200 denuncias públicas de personas que aseguran haber sufrido algún tipo de abuso sexual, como recoge un documento creado por la streamer estadounidense Jessica Richey.
Richey, que ha comenzado a recopilar estos testimonios en junio con "finalidad de archivo", asegura que constituyen una lista de "historias de acoso, abuso y asalto de supervivientes de la industria del streaming.
Estos alegatos se han desencadenado en los últimos días después de que trascendieran casos como el de Omeed Dariani, CEO del grupo de streamers Online Performers Group (OPG).
Molly Fender Ayala, responsable de desarrollo de la comunidad de Overwatch, denunció que cuando Dariani trabajaba para Sony, en 2014, la acosó durante una convención de videojuegos y la coaccionó para mantener relaciones sexuales con él y su mujer con la amenaza de terminar en una 'lista negra' si no accedía.
Inicialmente Diariani negó las acusaciones, pero finalmente reconoció creer la versión de Ayala y terminó anunciando su renuncia como CEO de la empresa de streaming, y después de varias dimisiones en la compañía pidió "no destruirla" por sus actos por el bien de sus trabajadores.
Otros casos notorios en la industria son los de Tom 'Syndicate' Cassell, streamer de Counter-Strike denunciado por forzar a mantener sexo a su expareja; y el de Lono 'SayNoToRage', jugador de Destiny 2, denunciado por acoso por parte de varias aficionadas.
El último de ellos ha sido el de Toby “TobiWan” Dawson, uno de los comentaristas más reconocidos de la escena de Dota 2. Una cosplayer lo denunció afirmando que el caster la obligó a tener relaciones sexuales sin su consentimiento. Él ya ha sido separado de los torneos en los que participaba y fue eliminado de las voces del Battle Pass.
Como respuesta, la plataforma de streaming de videojuegos Twitch, también afectada por los escándalos, ha estudiado "los casos más severos" de abuso sexual y ha suspendido de forma permanente a los responsables, como informa en un comunicado.
No obstante, la plataforma asegura que aún se encuentra estudiando qué medidas tomar y ha nformado a las autoridades en algunos casos en los que el acoso a mujeres tuvo lugar fuera de Twitch.
Ubisoft y Techland
El resto de la industria del videojuego también ha sido campo de polémicas relacionadas con el acoso a las mujeres y otro de los casos más destacados es el de Ashraf Ismail, ex director creativo del videojuego Assassin's Creed Valhalla, en el que trabaja Ubisoft.
Ashraf Ismail dimitió de su empleo en Ubisoft tras admitir que había sido infiel a su esposa con varias mujeres con las que mantenía relaciones, mintiendo sobre el hecho de que estaba casado.
Chris Avellone, diseñador y escritor de videojuegos que se encontraba trabajando para el estudio Techland y en el título en desarrollo Dying Light 2, ha sido otro de los señalados por acusaciones de acoso y de emborrachar a mujeres para mantener sexo con ellas.
"No toleramos este tipo de comportamientos, ni en nuestros empleados ni en los consultores externos", ha asegurado Techland, que ha cesado al desarrollador.
Gamergate
No obstante, el problema de los abusos sexuales a mujeres en la industria del videojuego ya ha sido denunciado en situaciones anteriores, y cuenta con precedentes como el del conocido como 'Gamergate'.
En 2014, tuvo lugar una campaña de acoso contra varias desarrolladoras de videojuegos y mujeres del sector que fueron blanco de amenazas de violación y de muerte por un grupo de usuarios en Twitter a través del hashtag #GamerGate. Cinco editores fueron vetados de Wikipedia en 2015 por dar a su página sobre este tema un enfoque feminista.
También han sido destacadas las acusaciones contra Riot Games. En 2018, la empresa responsable de League of Legends se enfrentó a una demanda colectiva por incurrir en prácticas de discriminación por razón de sexo y acoso sexual a hombres y mujeres.
Con información de Europa Press
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