Review | Wargroove, un digno sucesor de Advance Wars

Por Diego Silva

Durante varios años, los muchachos de Chucklefish nos han traído títulos de distintos géneros, unidos por lo sencillos y divertidos que podían resultar. Esta vez, han decidido repasar un género no muy popular en la actualidad que, sin embargo, es muy respetado por los aficionados. Wargroove nos lleva al mundo del combate táctico por turnos -en uno de sus principios más básicos- y lo complementa con varios detalles. 

Este juego cuenta con mucha inspiración de varios títulos que hemos visto a lo largo de los años. Fire Emblem es un gran ejemplo, pero su mejor expositor en comparativa podría tratarse de la saga Advance Wars, con el que comparte muchas similitudes. Me atrevería a decir que Wargroove no se contenta en imitar un sistema de juego ya establecido, sino que usa esas mecánicas como base y las usa para explotar nuevas posibilidades.

Empezamos con una clásica premisa de conspiración al trono entre diferentes clases de caballeros, reyes, hechiceros, hombres del bosque y más, ambientado en una edad media llena del folklore europeo fantástico. La campaña será la introducción para empezar a conocer lo básico del dominio del juego, sus unidades, su forma de movimientos y la sinergia que se emplean entre ellos, ya que en un comienzo todo es difícil, quizás algo lento, y poco a poco todo se irá complicando más.

Durante el campo de batalla tendremos disponibilidad de mover múltiples unidades, cada una con sus ventajas y debilidades y con la capacidad de moverse en determinadas casillas. Nuestros objetivos a cumplir varían y siempre debemos tener en cuenta nuestro posicionamiento en el mapa, transformándose en algo más complejo en diferentes situaciones, donde pueden llegar a ser reto más fuerte que lo propuesto por el propio juego.  

Una mejor forma de entender Wargroove es pensar en el ajedrez. Las piezas se mueven una cantidad de espacios limitados y tienen diferentes direcciones/patrones de ataque; además, poseen debilidades o ventajas por encima de otra pieza, como, por ejemplo, una unidad de soldados que es incapaz de derrotar a un escuadrón de lanceros. Este tipo de situaciones se mostrarán de múltiples formas en las cantidades de unidades a elegir y todo dependerá de un poco de estrategia para la victoria, más aún si aplicamos la sinergia entre ellas. 

Podremos confrontar diferentes situaciones con dicha herramienta, siendo respaldadas por diferentes efectos como mayor ataque o defensa. Estas habilidades llamadas “Groove” son asignadas exclusivamente a los héroes: nos otorgarán diferentes ventajas conforme vayamos usándolas. Todo esto crea un gran sistema que nos obliga a pensar repetidas veces de nuestros próximos movimientos, tanto en el vasto mapa en el que nos encontramos como también evaluando qué tipos de unidades posee el adversario.

La campaña sirve como tutorial, pero después de pasar las múltiples misiones de instrucción, las misiones restantes se pueden volver muy fáciles de ganar (quizás hasta el que no es fan acérrimo del género pueda superarlas en la máxima puntuación de rango, S). Esta parte solo se ve afectada al parecer en el modo mencionado ya que, pasando a las diferentes alternativas de juego, el reto aguarda con gusto. Wargroove nos trae múltiples desafíos con una línea de dificultad bastante variada, algunas serán mas sencillas y otras serán más complicadas (como eliminar cierto héroe especifico). 

Sonoramente llega a ser cumplidor sin tener algún tema emblemático que recordar (una introducción animada siempre es bienvenida).  

Su mayor novedad seria el modo multijugador online y el apartado de workshop donde usuarios crean sus propios mapas para el deleite de muchos,  añadiendo e innovando con nuevas modalidades de juego. Al contar con múltiples herramientas a libertad, te encontrarás con maravillosos modos customizados que hasta los mismos desarrolladores miran con asombro. 

Conclusión: 4/5

Wargroove no revoluciona el género, pero repasa el concepto principal del mismo, añadiendo modos conocidos, pero todo de forma que no llegue a ser tedioso de probar. Además, lo irregular de su dificultad se ve emparejada con sus desafíos desbloqueables que tendremos a disposición mientras vayamos avanzando en la campaña. Está asegurada la diversión en un titulo que merece ser probado por todos y sin lugar a dudas muestra ser un digno sucesor de Advance Wars, aquel titulo que vimos en Nintendo años atrás.

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