Sonic Frontiers es el nuevo título de SEGA del erizo azul tras rotundos fracasos en los últimos años. Por fortuna, aunque no es perfecto, aprende de sus errores y es un gran juego que da esperanzas para el futuro.
El pasado 8 de noviembre salió a la venta Sonic Frontiers, la última entrega de Sonic Team del ya querido ‘erizo azul’. Sonic está gozando de una gran popularidad, pero no por sus juegos, sino por sus películas, por lo que era necesario volver a intentarlo en la industria que lo vio nacer.
Frontiers cambia muchos detalles a lo visto en juegos pasados, incluso mostrándonos una especie de mundo abierto que emocionó a más de uno. Hemos pasado más de 16 horas en el juego y, una vez terminado, esta es la opinión de Progamer: ¿Es Sonic Frontiers un buen juego?
Islas inmensas, pero con cierta soledad
Lo primero que debo decir es que, a diferencia de lo que parecía llegar, estamos ante un juego de grandes mapas, pero no de mundo abierto. El título general está dividido en cinco islas Starfall, donde Sonic deberá explorar, realizar minijuegos y sus clásicas secciones de velocidad para resolver el misterio del Ciberespacio donde se encuentran retenidos sus amigos por culpa del Dr. Eggman.
Las islas son inmensas y el juego, pese a darte misiones principales, te permite explorarlas de inicio a fin con libertas. Eso sí, para poder ir desbloqueando la historia principal, debes ingresar a niveles del ciberespacio, un mecanismo tradicional de recolección de monedas de forma lineal, para poder conseguir llaves y desbloquear Chaos Emeralds, valiosas piezas distribuidas en el escenario.
Para ingresar a ellas también deberás matar a pequeños enemigos y jefes principales esparcidos en la Isla. Para ser sinceros, aunque son divertidos, son muy pocos los monstruos que encontraremos en el mapa, por lo que muchas veces navegarás solo por varios minutos hasta encontrarte con uno de ellos. El escenario es inmenso, pero muchas veces vacío.
Para compensar, en todas islas encontraremos sección de plataformas 2D en los que tendremos que recolectar monedas. La cámara se bloquea en estas secciones y Sonic pasa a niveles donde será necesario utilizar saltos y grandes corridas para llegar a los aros de velocidad.
Aunque se agrade su inclusión, tienen defectos: muchas veces ingresarás a estas secciones de casualidad y salir de ellas para proseguir tu camino es más que incómodo, especialmente por el bloqueo de la vista. A menudo deberás morir necesariamente para salir de esta área. Además, por lo menos jugando en PS4, son múltiples las ocasiones en los que deberás estar casi por debajo de ellas para sus texturas carguen en pantalla. Si miras el horizonte, posiblemente no estén en su lugar.
Combate y jefes principales: lo mejor
Sonic Frontiers tiene un botón dedicado para el combate: cuadrado.
Su accionar es muy bueno y convincente, además que es ayudado por un autofijado de cada enemigo que nos impide equivocarnos al golpear.
Mientras va matando enemigos, nuestro personaje ganará experiencia que podrá utilizar en un pequeño árbol de habilidades para desbloquear nuevos poderes. Los combos son muy agradables en animación y, si no te salen, podrás configurarlo para que apliquen de manera automática.
Asimismo, existen algunos poderes que solo se desbloquen en cierta parte de la historia. También tenemos de añadido del Cibergiro, con el que podremos encontrar recompensas y desbloquear nuevas secciones de salto como trampolines.
El detalle que sí podría disgustar es que Sonic Frontiers es un juego… fácil. Poder maximizarte el nivel, por ejemplo. será posible gracias a una zona de pesca, donde podremos comprar semillas de fuerza y defensa para que un Ermitaño Koco pueda subir ambos estatus. En el caso de la velocidad y la capacidad de anillos máximos, deberemos buscar a los Kocos bebés y llevarlos al Anciano Koco.
Por otro lado, el punto máximo de los combates son los titanes principales de cada Isla. Esta sección es muy ‘Shadow of the Colossus’ ya que cada jugador debe descubrir como llegar a la cabeza del enorme enemigo para poder convertirse en Super Sonic y hacerle frente. ¡Los duelos y la banda sonora son espectaculares! Representan un punto fuerte en el juego y estoy seguro que más de un jugador se emocionará por ello. Eso sí, te recomiendo aprender a utilizar el bloqueo de ataques, que con L1 + R1 devuelve golpes: será la carta para derrotarlos.
Dicho esto, el jefe final me decepcionó en cierta manera porque sentí que era el menos difícil de todos. Eso sí, muestra unas escenas muy recordables que quedarán grabadas en la memoria de los seguidores de Sonic.
No puedo olvidar mencionar la gran cantidad de minijuegos presentes. Desde batallas en naves espaciales o pinballs, el título sabe complementar la acción con acciones de “relajo” que suman al avance de la campaña.
Una historia decente; los gráficos pudieron ser mejores
En cuanto a narrativa, la historia del Ciberespacio me mantuvo entretenido en cada paso que daba. La conexión de Tails y Knuckles con nuestro personaje se notaba fluida, divertida y emociónate, mientras que Eggman y Sage se mostraban por el lado contrario como los culpables de nuestras desgracias, aunque con cierto cambio de guion en las últimas líneas.
En cuanto al resto del apartado gráfico, Sonic Frontiers nos queda en deuda: visualmente no se ve mal, pero sí tiene un gran margen de mejora en tiempos de la PS5. Gráficamente, está desfasado, pero se argumenta así por sus grandes márgenes de terreno. Lo pongo así: siento que estoy en visualmente ante Fortnite, pero con nuestro personaje azul de protagonista. En Fortnite está bien porque es gratuito, pero para un juego de precio completo puede estar en falta.
Por otro lado, también hay cierta demora en cada pantalla de carga, aunque tratan de asolaparlo con tutoriales en esta espera. Nada grave, pero a considerarlo.
El detalle: el veterano Tomoya Ohtani trabajó en la música del juego con 105 melodías. Sublime.
¿Vale la pena Sonic Frontiers?
Pese a tener varios puntos a mejorar, Sonic Frontiers es un juego que da esperanzas para el futuro de la franquicia tras los fiascos de las últimas entregas. Es un juego divertido, narrativamente interesante y lleno de batallas épicas. Nos debe en gráficos y en variedad de enemigos, pero está lejos de ser un mal producto. Te recomiendo echarle un ojo si eres fan del erizo y si quieres una aventura diferente a las vistas en su saga.
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