Interrogante de determinar qué surgió primero ha constituido un dilema que quizás quitó el sueño a tantos. Aquí la explicación.
No se necesita ser un científico, un filósofo, un avicultor o, tal vez, un religioso para resolver una de las preguntas fundamentales más antiguas de la humanidad.
Es que la interrogante de determinar qué surgió primero, si la gallina o el huevo, ha constituido, siempre, un dilema que quizás quitó el sueño a tantos como la pregunta ¿por qué hay algo y no nada?
Está claro que la gallina pone el huevo, y a su vez, el huevo engendra la gallina.
Pero si entendemos el mundo como un proceso evolutivo, nos servirá como disparador para comprender este planteamiento y otros tantos que angustian a la condición humana.
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