La cena copiosa de nochebuena puede dañar al peruano con infecciones que producen dolor, quemazón, eructos y hasta diarreas.
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Luego del gusto de haber consumido una abundante cena navideña, viene el disgusto de posibles complicaciones gastrointestinales que pueden robar la sonrisa de los comensales. Haber combinado de manera irresponsable licor, harinas, frituras y condimentos puede dañar severamente la salud estomacal.
El Consejero Médico, Elmer Huerta, señaló en el programa La Rotativa del Aire, que los médicos peruanos saben muy bien que cada 25 de diciembre las salas de emergencias médicas se llenan de pacientes con problemas gastrointestinales producto de la ingesta de la cena navideña.
El principal problema es la dispepsia, mejor conocida como indigestión, la cual reúne un conjunto de síntomas típicos luego de una cena copiosa y condimentada. El dolor en el vientre, los eructos, los gases, la falta de apetito, los vómitos a la mañana siguiente, las náuseas y la acidez en la boca.
La dispepsia no solo significa esos síntomas dañinos, sino que puede reflejar enfermedades graves de fondo, explica Huerta. Una primera enfermedad la famosa inflamación del estómago conocida como gastritis; también está la gastroenteritis, la cual puede incluir diarreas.
La gastroenterocolitis es otra enfermedad. Esta involucra también las diarreas. Debido a que es un problema más grave, puede haber sido causado por la contaminación de alguno de los ingredientes de la cena de nochebuena.
La enfermedad de la vesícula también puede presentarse en una persona luego de la cena navideña. “Esta dolencia se caracteriza porque amanece con náuseas y dolor en el lado derecho alto del vientre. Eso es una piedra en la vesícula”, afirmó Huerta.
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