Estudio demostró de forma "rigurosa" que ambos disminuyen la muerte celular (apoptosis) de los podocitos, las células que restringen el paso de proteínas a la orina.
El cacao y el té verde tienen sustancias que pueden ayudar en la prevención y en el tratamiento de las complicaciones renales y las lesiones en la retina producidas por la diabetes, según un estudio realizado por investigadores brasileños.
Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por investigadores de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), según informó este miércoles la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo (Fapesp), la entidad que financió el proyecto.
El coordinador del estudio, Jose Butori Lopes de Faria, afirmó que se demostró "de forma rigurosa" que el cacao y el té verde disminuyen la muerte celular (apoptosis) de los podocitos, las células que restringen el paso de proteínas a la orina.
"El paso de albúmina a la orina es la principal alteración renal del individuo diabético", afirmó el investigador, citado por la agencia Fapesp.
Los efectos benéficos de estos dos productos se atribuyen a la presencia de polifenoles, aunque en el caso del cacao, los investigadores descubrieron que contiene otras sustancias que pueden servir para tratar los efectos de la diabetes.
En concreto se trata de la teobromina, un alcaloide de la familia de las metilxantinas que funciona como estimulante del sistema nervioso.
El posible efecto benéfico de la teobromina en el tratamiento de la diabetes "jamás había sido descrito por la literatura especializada", según afirmó la oftalmóloga Jacqueline Mendonça Lopes de Faria.
La investigación se realizó en roedores a los que se indujo la diabetes y también culturas de células de roedores y humanas, que fueron expuestas a altas concentraciones de glicosis para imitar la diabetes.
El té verde y el cacao son conocidos por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, el té puede además servir de protección contra enfermedades cardiovasculares y el cacao reduce la presión arterial sistólica, según la Fapesp.
EFE
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