Llámese moda o vanidad, el hacer deporte o tener una vida fitness es un estilo de vida que vale la pena llevar.
No se trata solo de verse bien en el espejo, ni solo sentirse bien en verano, es mucho más que eso, es mantener el cuerpo saludable por dentro y por fuera. Al final de cuentas, el cuerpo es un santuario y toca vivir con él el resto de los días, entonces ¿por qué no darle el trato que se merece?
Los malos hábitos como la vida sedentaria, son parte de la rutina. Muchos están acostumbrados a no moverse del sillón, de su cama, ni de su escritorio, lo cual a largo plazo, resulta perjudicial para la salud. Los especialistas recomiendan caminar por lo menos 30 minutos al día, claro que, si lo que quieres es ser fitness tendrás que hacer mucho más que eso.
Cuidar la alimentación, supervisar cada comida, entrenar con constancia y disciplina, levantar pesas, así como también hacer ejercicios cardiovasculares y descansar, son las tareas fundamentales, que incorporarás a la rutina una vez decidas convertirte en fitness.
¿Aún no estas convencido de ser fitness? Aquí te van algunas razones poderosas que te harán tomar la decisión:
- Mejora la resistencia cardiovascular. No sientes que te vas a morir cuando subes medio piso por las escaleras? Pues a ese corazón le faltan unos cuantos saltos de soga. Hacer ejercicio te permite ganar resistencia, no solo en la respiración, sino que gradualmente aumentará el tiempo en actividad física.
- Logra resistencia muscular localizada. Se refiere a la capacidad que tiene un musculo de realizar repeticiones por mucho más tiempo.
- Ayuda a ganar fuerza muscular. Con el tiempo, la fuerza y la capacidad de los músculos para levantar más peso aumentará.
- Aumenta la flexibilidad corporal. La movilidad de las articulaciones y la capacidad de doblarse serán mucho mayores.
- Cuerpo en forma. De acuerdo a cada persona, tipo de actividad y estado físico, poco a poco irá disminuyendo la grasa y aumentando los músculos, siendo así visiblemente armonioso con un logrado cuerpo simétrico.
- Armonía entre mente y cuerpo. Cuando el cuerpo está bien, la mente también lo está. Cuando te sientes bien, surge como consecuencia el bienestar emocional debido a la segregación de endorfinas, las cuales te brinda un estado de bienestar, mejor ánimo y felicidad.
- Los años no pasan por ti. Los músculos y el corazón se debilitan con los años, pero cuando nos ejercitamos se fortalecen y se retrasa el proceso de envejecimiento.
- Vejez sana. Las mujeres somos especialmente proclives a un trastorno denominado osteoporosis (debilitamiento de los huesos) cuando se hacen mayores. Los estudios han constatado que los ejercicios que implican cargar el propio peso, como correr o andar deprisa, ayuda a las chicas (¡y a los chicos!) a mantener fuertes los huesos.
- Eliminas el estrés y la ansiedad. El ejercicio, al ser un tranquilizante natural, reduce las tensiones.
- Aumenta la autoestima. Al ver cómo mejora tu cuerpo, la piel y tu sentido del humor, ya que liberas muchas hormonas y toxinas, te sentirás mejor contigo mismo.
- Mejora tu vida sexual. Te llena de energía, fuerza y flexibilidad.
No abuses
Como en todas las cosas buenas, es posible pasarse de la raya con el ejercicio. A pesar de que el ejercicio es una forma increíble de mantener un peso saludable, hacer demasiado ejercicio para perder peso no es sano. El cuerpo necesita suficientes calorías para funcionar correctamente.
Hacer demasiado ejercicio con la intención de quemar calorías y perder peso puede ser un signo de algunos trastornos de la conducta alimentaria. Si tienes cualquier duda sobre cuánto ejercicio deberías hacer, consulta con un personal trainer.
Si ya decidiste subirte al camino de las personas sanas y felices, felicidades! Te desanimarás y querrás dejarlo, pero aquí vale la constancia y disciplina. Pero tampoco abuses. Tranquilízate y no te obsesiones, toma tu entrenamiento como lo que es, una oportunidad para mejorar y superarte, pero también supérate como persona.
¡Nos vemos en el ‘gym’!
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