La otitis externa es una inflamación del oído muy común en esta época del año. Causada por acción del agua, son los niños quienes más la contraen, por ello algunas recomendaciones para evitarla.
Un dolor en el oído luego de un día de playa o piscina puede ser señal de una otitis externa, una afección bastante común en los niños por esta época, el problema se origina en el conducto del oído.
“Cuando uno se baña y entra el agua, el calor ambiental, el calor del conducto que no se retira puede favorecer el crecimiento de microorganismos y esto producir dolor”, explicó Fernando Salazar, otorrinolaringólogo del Hospital de la Solidaridad (Sisol) de Surquillo.
Muchos padres creen que si sus hijos están mucho tiempo en el agua, pueden desarrollar la enfermedad, sin embargo no hay una relación directa. Sino más bien una predisposición a padecer otitis externa.
“Pero hay niños que sufren de otitis con cierta recurrencia, es decir tienen una predisposición, ya sea por la forma del conducto, o porque tienen un conducto estrecho”, apuntó el especialista.
De otro lado, los gorros de látex no tienen como función principal el proteger los oídos, si su hijo es propenso a tener otitis externa, sí deben usar estos gorros, e incluso tapones.
“Los niños que tienen otitis a repetición externa, se les aconseja utilizar tapones, pero el que tiene una otitis en algún momento y se le encuentra un tapón de cerumen en el oído, pues se le lava el tapón y ese condicionante ya se acabó”, comentó.
No olvide que un dolor en el oído no necesariamente puede indicar una otitis externa, pero sí un llamado de alerta. Por ello es importante que lleve a su niño con un médico pediatra o con un especialista para las recomendaciones de caso.
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