El sobrepeso y la obesidad promueven los molestos ronquidos por la acumulación de grasa en los músculos del cuello, que estrecha la vía aérea y dificulta la salida de aire.
Además, la garganta pierde tono muscular con los años y por eso una mayor edad también favorece los ronquidos.
Las féminas también pueden causar estos molestos ruidos. “Durante la menopausia aumentan las mujeres roncadoras debido a los cambios hormonales y físicos (redistribución del tejido adiposo)”, señala Diego García Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño.
El especialista indica que existen factores genéticos que predisponen al ronquido, pero en la edad adulta es cuando comienza a manifestarse.
Un artículo de Elpais.com recoge las opiniones de investigadores y especialistas en trastornos del sueño, que dan algunos consejos para disminuir la intensidad de los ruidosos ronquidos.