Descifrar una prescripción médica a veces es casi imposible, y se puede caer en un errado tratamiento farmacológico.
¿Te ha pasado que vas al médico y cuando sales de consulta no logras descifrar lo que dice la receta? Prácticamente te encomiendas al farmacéutico y ruegas que él pueda entender las indicaciones del especialista, porque solo así tendrás la cura a tus males.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ente que vela por la sanidad a nivel global, este año ha tenido la iniciativa de reducir los daños causados por errores en la medicación de los pacientes, lo cual implica -entre otras cosas- decirle adiós a la temida letra de médico.
Esta campaña se marca un plazo de cinco años para bajar a la mitad las debilidades en los sistemas de salud a la hora de administrar los fármacos. Por ejemplo, en Estados Unidos (EE.UU.) se produce al menos una muerte al día por un equivocado tratamiento farmacológico, y aproximadamente 1,3 millones de esa población sufre graves daños, de acuerdo a un reporte de la OMS.
"Un medicamento puede ser muy útil, pero también puede ser causa de muerte o de daño. Hay que seguir la instrucción del médico, preguntar y repreguntar para estar seguro de que lo que se toma es lo que se indica", explica Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias.
Las medidas de acción involucran la mejora en la forma en que se prescriben, distribuyen y consumen las medicinas, e insistir en recordarles a los usuarios sobre los riesgos de la automedicación y el uso inadecuado de los fármacos. El doctor Huerta destaca los cuatro frentes de la intervención que planea la OMS, en coordinación con sus agencias a nivel mundial (OPS, para América Latina) y los ministerios de salud de los países.
1. Educación al público y los pacientes. "Decirles que deben de seguir las instrucciones de su médico, no pueden tomar medicamentos sin receta y tienen que preguntarle al doctor dos o tres veces si no entienden las órdenes que les están dando".
2. Educación a los profesionales de la salud. "A todo nivel, desde enfermeras, médicos y farmacéuticos para que prescriban claramente las recetas y se migre al sistema electrónico de recetas, así no hayan más malos entendidos con la escritura de los especialistas en salud".
3. Trabajar con la industria farmacéutica. "Hay medicamentos que deben de tener tapas especiales para que los niños no los abran, con instrucciones y etiquetas claras".
4. Mejorar las prácticas y sistemas. "¿Cómo se dan las medicinas en los hospitales? ¿Cómo se receta y quién lo supervisa? Debe existir un control de calidad cuando el médico prescribe una dosis determinada, deben asegurarse que el paciente va a recibir el medicamento como lo indica el doctor".
Lo que se espera es que esta iniciativa a nivel global contribuya a mejorar la calidad de atención de los pacientes y se reduzcan o eliminen las muertes por errores involuntarios que pueden evitarse con una mayor educación a todo nivel. No olvidemos a aquellos pacientes que padecen más de una enfermedad y su estado es delicado.
Además, cuando hay fallas a este nivel se calculan un perjuicio económico. "Se estima que a nivel mundial, el costo asociado con errores de medicación es de unos 42.000 millones de dólares anualmente, casi el 1 % del gasto sanitario global", según cita un reporte de Radio ONU.
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