Tratamiento que interfiere con la grelina, una hormona péptida, puede ayudar a ontrolar el peso de las personas que sufren de obesidad mórbida.
Un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins probó exitosamente un tratamiento que bloquea la llamada "hormona del hambre" y que además de controlar el peso puede tener otros beneficios metabólicos, informa la revista "Science".
Brad Barnett y sus colegas del Departamento de Farmacología y Ciencias Moleculares en esa universidad de Baltimore (Maryland) diseñaron un compuesto que interfiere con la grelina, una hormona péptida que, entre otros efectos en los mamíferos, promueve el aumento de peso por el estímulo del apetito.
Para encarar este problema "están en marcha intensos esfuerzos para clarificar las interacciones de nutrientes y hormonas que contribuyen al aumento del peso", añadió.
Estudios anteriores han establecido que los niveles en la sangre de esa hormona de origen natural son más bajos inmediatamente después de la ingestión de comida y aumentan gradualmente durante el ayuno.
Asimismo, los científicos han determinado que los niveles de grelina son más altos en las personas delgadas en comparación con las personas que sufren de obesidad.
Los investigadores de Hopkins también sabían que la grelina no actúa a menos que sea portadora de una cadena secundaria de un octanoilo específico, añadido por una enzima denominada aciltransferasa-O-grelina (GOAT, por su sigla en inglés).
El equipo de Barnett diseñó, entonces, un compuesto de base péptida al que denominó GO-CoA-Tat, que inhibe la GOAT, y lo inyectó en ratones a los que se alimentaba con dietas de alto contenido de grasas.
Luego, se sentaron a observar a los ratones y comprobaron que el compuesto mejoraba la tolerancia de los ratones a la glucosa y demoraba la ganancia de peso sin que se redujera la cantidad de comida ingerida.
De acuerdo con los investigadores, esto indica que el compuesto afecta el metabolismo en lugar de disminuir el apetito.
El artículo señala que el tratamiento requiere repetidas inyecciones de GO-CoA-Tat y, por lo tanto, es poco probable que se desarrolle como un medicamento para la obesidad humana.
La importancia del estudio radica en que ha establecido que la GOAT es un blanco potencialmente valioso para el desarrollo de esfuerzos futuros hacia un tratamiento de la obesidad.
EFE
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