En todos lados abundan infinitas definiciones que centran la felicidad solo en el ser humano y se olvidan que vivimos en comunidad y en relación con nuestro ecosistema. Expertos en psicología nos explican qué factores intervienen en la formulación de la felicidad.
Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Felicidad, celebrado por la Organización de las Naciones Unidas desde el 2013. Actualmente este concepto es tema de libros, debates y hasta discusiones filosóficas, ¿será posible alcanzar la felicidad? ¿es un objetivo o solo pequeños momentos de satisfacción?
No es difícil darnos cuenta que la felicidad es el tema del siglo XXI. Generalmente es promovida en anuncios publicitarios para vender productos o por influencers en redes sociales para vendernos estilos de vida. Sin embargo, ¿es este un concepto que nos haga sentir bien mentalmente?
La psicóloga y psicoterapeuta de la Clínica Internacional, Liliana Tuñoque nos explica qué es la felicidad desde un enfoque clásico. “Desde el punto de vista psicológico, la felicidad es una emoción que siente cada persona cuando ha alcanzado alguna meta o proyecto de vida. Esto genera un estado de satisfacción plena, por lo tanto, la felicidad es un estado subjetivo. Dependerá de lo que cada persona defina como felicidad”, detalló.
Si bien esta es una definición válida, ha sido contaminada por la expansión de la economía neoliberal que ha deformado el sentido de la psicología, según el nuevo libro ‘Happycracia’, publicado bajo la editorial Paidós y cuyos autores son el psicólogo Edgar Cabanas y la socióloga Evsa Illouz.
Este sistema de pensamiento que entremezcla la felicidad con la productividad, según el libro, se denomina psicología positiva, que tiene como principal característica lo siguiente: “Elimina la cuestión política de las emociones y culpabiliza a la persona por sentirse mal”, dijo Cabanas en una entrevista al medio español El Independiente.
Productividad no es felicidad
No se quiere entender la psique humana para alcanzar el bienestar, una salud mental estable, sino para convencer al empleado que la felicidad está en ser productivo porque te dará los resultados que quieres. Por supuesto, los beneficios que el empleador quiere.
No es casualidad que la industria del Coaching siga creciendo económicamente en uno de los países que irradia este sistema de pensamiento: Estados Unidos, de acuerdo con el artículo de El Independiente. Este mercado del ‘sentirse bien’ facturó hasta 955 millones de dólares en 2015. Tienen proyectado alcanzar los 1.3 millones de dólares para el 2022, según la Federación Internacional del Coaching, se cita en el texto.
Sin embargo, también existe otro enfoque psicológico de la felicidad. Hablamos de la holística o socioecológica. Aquella que no solo se centra en la persona, sino en su entorno social y natural. Es decir, considera al ecosistema y la comunidad como factores decisivos para ser feliz.
La psicóloga social comunitaria, Jacqueline Rojas, nos explica en qué consiste esta noción de felicidad social. “La felicidad es un sentimiento de satisfacción por el bienestar y la felicidad del otro y tiene una relación con la salud mental porque toda vez que nos sintamos gratificados, eso va a fortalecer nuestra propia autoestima. Y no solamente ello, sino fortalecerá las relaciones que tenemos con las personas que nos rodean”, enfatizó.
Esta definición de la felicidad como reflejo de la empatía con los demás y la naturaleza es por la que aboga esta psicología holística. No culpa a la persona por sentirse mal, también responsabiliza a los factores socioeconómicos, los cuales ignora la psicología positiva.
No es difícil imaginar que la ansiedad sea considerada este año por el propio Foro Económico Mundial como el principal problema mental en el mundo. La gente está ansiosa porque trabaja para conseguir metas que no son suyas y se estresa aún más porque, según este concepto, uno nunca terminar de ‘mejorar’. Y si no mejoras, debes sentirte mal por eso.
Depende de cada persona qué tipo de felicidad desea seguir. Como sabemos, si bien no son sinónimos, vivir en bienestar influye en una salud mental sana. Ser feliz es un compromiso permanente contigo, los demás y lo que te rodea, recuérdalo.
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