Las personas con esquizofrenia son más vulnerables frente a abusos

La esquizofrenia es un trastorno mental calificado como grave por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La principal característica que distingue a una persona con esquizofrenia es que no vive la realidad como lo hace el resto de la población. A eso se le denomina psicosis, la cual lo vuelve bastante influenciable y manipulable por el resto de las personas.

De acuerdo con la médica psiquiatra de la Clínica Internacional, Estela Inga, esta actitud inocente que describe a una persona con esquizofrenia es vista por personas, con mala intención, como una oportunidad para aprovecharse de ellas. La falta de capacidad de juicio puede abrir una puerta para algún tipo de abuso de índole económico, laboral y hasta sexual.

Un ejemplo claro es la reciente violación sexual múltiple a una joven de 19 años en la región de Ica por siete varones. Según la psiquiatra Inga este tipo de historias atroces no solamente se repiten con personas con esquizofrenia, sino con ciudadanos con otros tipos de desordenes mentales como Síndrome de Down.

De acuerdo con Inga, de cada grupo de 100.000 personas en el mundo, se estima de 30 de ellas tienen esquizofrenia. Aparte de ser muy manipulables, las personas con esquizofrenia tienen trastornos de conducta debido a las alucinaciones constantes que tienen.

“Pueden ser visuales, auditivas y cenestésicas, que son aquellas sensaciones extrañas que sientes las personas esquizofrénicas, pero no existen. Pueden ser personas que sienten que alguien le sopla al oído o que, incluso, sienten que tienen un animal que les molesta dentro suyo”, explicó Inga.

La evasión de la realidad que personifica a una persona con esquizofrenia puede ocasionar también que sufran de delirios paranoides. Pueden alucinar que alguien los está persiguiendo. Estos síntomas pueden tener desenlaces trágicos. “10 % de las personas con esquizofrenia en el mundo pueden suicidarse”, alertó la médica psiquiatra.