La actividad regular previene un 80% de casos de hipertensión, enfermedades cardiovasculares y hasta un 90% de diabetes mellitus y 30% de cánceres.
Alimentos como las hamburguesas, galletas, chocolates y el pan siempre han estado presentes en nuestra alimentación, la diferencia es la forma de consumirlos, antes se hacia en porciones adecuadas y con actividad física incluida.
Sin embargo, desde que la obesidad se ha convertido en un problema de salud pública se insiste que el alimento es la principal causa de esta enfermedad, sin considerar que el otro 50% de responsabilidad está en la vida inactiva que llevan las personas.
Hoy el mundo nos ofrece la gran tecnología que nos ayuda mucho pero que también nos hace más sedentarios y, por ende, propensos a la obesidad. Demos un repaso a nuestra vida diaria:
- Se usa el control remoto en lugar de pararse para cambiar de canal.
- Ya no se camina hacia el correo porque tiene el correo electrónico.
- Antes movía los brazos para bajar o subir las ventanas del auto, ahora aprieta un botón y la ventana sube sola.
- Para cambiar de estación en la radio del auto antes estiraba el brazo, ahora todos los controles están en el timón.
- De chicos jugábamos 3 horas diarias en el parque, hoy gracias a la tecnología los niños juegan 3 horas sentados frente al computador moviendo solo los dedos índice y pulgar.
Bajo estas condiciones de sedentarismo, no importa si el régimen es saludable o no porque los riesgos de enfermedad son los mismos. La OPS sugiere que una persona delgada y sedentaria tiene riesgo de enfermedad mayor que una persona con problemas de peso pero que es activo.
La actividad regular previene un 80% de casos de hipertensión, enfermedades cardiovasculares y hasta un 90% de diabetes mellitus y 30% de cánceres.
Según MINSA (2009), en el mundo, las enfermedades crónicas no transmisibles (cáncer, enfermedades del corazón, diabetes y enfermedades crónicas de las vías respiratorias) son responsables del 60% de la mortalidad y, en el Perú, del 38%.
El tratamiento principal de muchas de estas enfermedades crónicas es la actividad física y el ejercicio, más allá del farmacológico y el dietario, la prevención de estas y otras enfermedades como el cáncer se basan en un estilo de vida saludable con actividad física.
Sin embargo, desde que la obesidad se ha convertido en un problema de salud pública se insiste que el alimento es la principal causa de esta enfermedad, sin considerar que el otro 50% de responsabilidad está en la vida inactiva que llevan las personas.
Hoy el mundo nos ofrece la gran tecnología que nos ayuda mucho pero que también nos hace más sedentarios y, por ende, propensos a la obesidad. Demos un repaso a nuestra vida diaria:
- Se usa el control remoto en lugar de pararse para cambiar de canal.
- Ya no se camina hacia el correo porque tiene el correo electrónico.
- Antes movía los brazos para bajar o subir las ventanas del auto, ahora aprieta un botón y la ventana sube sola.
- Para cambiar de estación en la radio del auto antes estiraba el brazo, ahora todos los controles están en el timón.
- De chicos jugábamos 3 horas diarias en el parque, hoy gracias a la tecnología los niños juegan 3 horas sentados frente al computador moviendo solo los dedos índice y pulgar.
Bajo estas condiciones de sedentarismo, no importa si el régimen es saludable o no porque los riesgos de enfermedad son los mismos. La OPS sugiere que una persona delgada y sedentaria tiene riesgo de enfermedad mayor que una persona con problemas de peso pero que es activo.
La actividad regular previene un 80% de casos de hipertensión, enfermedades cardiovasculares y hasta un 90% de diabetes mellitus y 30% de cánceres.
Según MINSA (2009), en el mundo, las enfermedades crónicas no transmisibles (cáncer, enfermedades del corazón, diabetes y enfermedades crónicas de las vías respiratorias) son responsables del 60% de la mortalidad y, en el Perú, del 38%.
El tratamiento principal de muchas de estas enfermedades crónicas es la actividad física y el ejercicio, más allá del farmacológico y el dietario, la prevención de estas y otras enfermedades como el cáncer se basan en un estilo de vida saludable con actividad física.
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