Bajos niveles de vitamina D aparecen vinculados con un riesgo mayor de alta presión arterial y altos niveles de azúcar en la sangre en los adolescentes.
Los bajos niveles de vitamina D aparecen vinculados con un riesgo mayor de alta presión arterial y altos niveles de azúcar en la sangre en los adolescentes, según un informe presentado hoy.
Los investigadores analizaron a 3.577 adolescentes de 12 a 19 años, el 51 por ciento de ellos varones, indicó el informe presentado ante la 48 Conferencia Anual de la Asociación Cardiaca de Estados Unidos en Palm Harbor (Florida).
La distribución étnica, según los autores, fue similar a la población en general de EE.UU.: 64,7 blancos no hispanos, 13,5 por ciento negros no hispanos y 11 por ciento mexicano-estadounidenses.
Después de todas las ponderaciones por edad, sexo, grupo étnico, índice de masa corporal, nivel socioeconómico y actividad física, los investigadores determinaron que los adolescentes con los niveles más bajos de vitamina D tienen 2,36 más probabilidades de mostrar alta presión arterial.
Asimismo, tienen 2,54 más probabilidades de presentar altos niveles de azúcar en la sangre y 3,99 más probabilidades de padecer el síndrome metabólico.
Este síndrome es una combinación de riesgos de enfermedad cardiovascular y diabetes que incluye una elevada circunferencia de cintura, alta presión sanguínea, triglicéridos elevados, bajos niveles de lipoproteína de alta densidad (el "colesterol bueno") y altos niveles de glucosa en ayuno.
La presencia de tres o más de estos factores aumenta las probabilidades de que una persona desarrolle diabetes y enfermedad cardiovascular.
"Hemos demostrado las vinculaciones entre los bajos niveles de vitamina D y los riesgos mayores de alta presión sanguínea, hiperglicemia y síndrome metabólico entre los adolescentes, lo cual confirma los resultados de estudios entre adultos".
Así lo indicó Jared Reis, autor principal del estudio e investigador en la Escuela Bloomber de Salud Pública, en la Universidad John Hopkins, de Baltimore (Maryland).
Los niveles más altos de vitamina D se encontraron entre los adolescentes blancos, con un promedio de 28 nanogramos por mililitro; los más bajos entre los negros (15,5 ng/ml), y los intermedios entre los mexicano-estadounidenses (21,5 ng/ml).
El Instituto de Medicina recomienda una ingesta diaria de 200 unidades internacionales (UI) de vitamina D para los menores de 50 años de edad.
Recientemente la Academia de Pediatría de EE.UU. subió a 300 UI la recomendación para los niños y adolescentes.
Los bajos niveles de vitamina D aparecen fuertemente vinculados con el exceso de peso y la obesidad abdominal, señalaron los investigadores.
Dado que la vitamina D es soluble en grasa, puede que sea capturada en el tejido adiposo, lo cual explicaría por qué los obsesos tienen más probabilidades de deficiencia de esa sustancia, dijo Reis. EFE
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