Cuatro criterios definen a los accidentes de tránsito como un problema de salud pública, causante de muertes y discapacidad a nivel mundial.
Salud
Accidentes de tránsito
La caída de un bus interprovincial en el serpentín de Pasamayo, en la provincia limeña de Huaral, dejó al menos 48 muertos, un trágico evento que marca el inicio del 2018 con el compromiso de mejorar la Estrategia Sanitaria de Seguridad Vial y Cultura de Tránsito, cuyo objetivo es reducir la mortalidad y discapacidad por accidentes en las carreteras del país. Nos enfrentamos a un problema de salud pública de alcance mundial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen cerca de 1,3 millones de personas a raíz de un accidente de tránsito y son más de 3000 muertes diarias por esta causa.
En el Perú, los accidentes de tránsito figuran entre las tres principales causas de fallecimientos. "Los traumatismos han ocasionado un promedio de 3 190 muertes y 48 558 lesionados en promedio en los últimos 13 años, siendo la población más afectada, el público entre 15 a 29 años de edad", según reportó el Ministerio de Salud (Minsa) el 2016.
Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias, explica que son cuatro criterios los que definen a este flagelo como un problema de salud pública.
1. Que el problema ocurra frecuente y ampliamente.
2. Que el problema cause severa discapacidad, sufrimiento y muerte.
3. Que el problema pueda ser controlado con métodos efectivos.
4. Que las soluciones del problema sean aceptables para la sociedad.
"El Perú se ubica entre los 10 países del mundo con más accidentes de tránsito. Solo el 2015, según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), ocurrieron 95 532 accidentes de tránsito con 2 965 muertos y 56 499 heridos, que costaron al Perú 19 165 millones de soles", comenta Huerta.
La OMS señala que los gobiernos en el mundo deben promover buenas prácticas, como el uso del casco o del cinturón de seguridad, el no conducir si se ha bebido alcohol, y evitar los excesos de velocidad.
Un accidente de tránsito grave puede desencadenar hemorragia (sangrado) interna y externa, latidos rápidos del corazón, un paro cardiaco y una muerte probable.
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