La Organización Mundial de la Salud advierte que el uso desmedido de los videojuegos puede ser un problema de salud mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluirá por primera vez el trastorno por videojuegos en su próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11), que no se actualizaba desde 1990. reconoce que el uso "continuo o recurrente" de los juegos digitales pueden ser un problema de salud mental.
La OMS advierte que este desorden está asociado a la falta de autocontrol, a evadir actividades importantes, y a persistir en esta conducta pese a sentir consecuencias negativas a nivel personal, familiar, social o educativo.
El psiquiatra Hugo Lozada, jefe de la Unidad de Salud Mental del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), explica que por encima de las 20 horas semanales de uso, ya se advierte un problema, y se deben evaluar algunos signos de alerta antes de determinar un diagnóstico. “Tenemos que valorar clínicamente a la persona, cuánto tiempo puede sostenerse sin entrar a este tipo de videojuegos, y qué nivel de ansiedad, obsesión y agresividad comienza a tener”.
En el caso de los niños y adolescentes se observa aislamiento y bajo rendimiento académico, mientras que los adultos jóvenes presentan pérdida del interés por el trabajo y las relaciones sociales. Además, de consecuencias físicas como aumento de peso, trastornos de sueño, dolores musculares y de columna.
De acuerdo al especialista, la competitividad que caracteriza a los videojuegos puede desencadenar adicción. “A nivel neuropsicológico comienza a estimular determinadas áreas del cerebro por la producción de sustancias que dan sensación de placer, como la dopamina…La conducta humana se basa básicamente en la producción de este tipo de neurotransmisores”.
Según reveló un reporte de New Scientist, la lista ICD-11 está programada a publicarse de forma oficial el 2018. El trastorno por videojuegos aparecerá englobado dentro de los problemas asociados a los juegos digitales.
En opinión de Fernando Chuquillanqui, quien administra el blog de videojuegos Más Consolas y pasa alrededor de 10 horas a la semana jugando, cada persona es un caso individual y no todos estamos predispuestos a una adicción.
“Tengo un grupo de amigos que también se dedica a lo mismo, pasamos tiempo jugando, nos encontramos en línea, pero no veo esa dependencia enfermiza, de que si no juegas no te sientes bien o necesitas pasar horas de horas en un videojuego”.
En efecto, la psicóloga educacional Laura Pérez Larco explica que los videojuegos también pueden beneficiar la salud de las personas. “Existen juegos que permiten desarrollar la atención, mejorar la coordinación. Yo creo que tienen grandes beneficios si es que uno los evalúa previamente y ve cuál es la forma más saludable y educativa de utilizarlos”.
En la medida que los videojuegos complementen nuestras vidas y se detecten a tiempo conductas de riesgo, evitaremos que este pasatiempo evolucione a un problema de salud pública.
MIRA EL INFORME EMITIDO EN RPPTV:
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