Ese descenso es necesario ya que cuando es más alta que durante el día puede estar relacionado con un mayor riesgo cardiovascular.
El ejercicio físico regular contribuye al descenso de la presión arterial en horas nocturnas, según indica un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Salamanca.
"La presión arterial, que no siempre es igual durante el día, tiene cierta variabilidad y lo habitual es que por la noche disminuya", comentó a la agencia SINC Luis García Ortiz, profesor de la citada universidad.
Para el especialista, esta disminución nocturna es un factor protector frente a eventos cardiovasculares, pero a un porcentaje alto de pacientes no les baja la presión arterial por la noche y estas personas tienen un riesgo mayor.
Para el estudio se ha dividido la intensidad del ejercicio en tres categorías: poca, moderada y mucha, publica el portal 20minutos.es.
Esta clasificación ha sido muy significativa, puesto que los resultados indican que los individuos que realizaron más actividad física se comportaron mejor, es decir, a mayor cantidad de ejercicio, más baja la presión arterial por la noche.
"Estos sujetos tienen un 50% más de probabilidades de que su patrón circadiano sea el adecuado con respecto a los que no realizan actividad física", apunta Luis García Ortiz, ya que el patrón circadiano "tiende a descender más en los sujetos que hacen más ejercicio físico, sobre todo en la actividad moderada e intensa, ya que en la actividad ligera no hay gran diferencia", señala.
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