Estudio manifiesta que, independientemente de la cantidad ingerida, el consumo de cualquier tipo de alcohol durante las comidas también afecta negativamente al tipo de dieta.
Además de provocar daños al hígado e incrementar el riesgo de muchos tipos de cáncer, el consumo excesivo de alcohol también puede contribuir al deterioro del organismo a través de su influencia sobre la alimentación, indica un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid.
"Es más probable que aquellos que abusan del consumo de alcohol, también tengan una dieta poco saludable, en la que se ingieren en exceso determinados grupos de alimentos, como los cárnicos, y se ingiere una cantidad insuficiente de frutas, verduras y lácteos respecto a lo aconsejado", explicó al diario El Mundo José Valencia, uno de los autores de la investigación.
El estudio también ha puesto de manifiesto que, independientemente de la cantidad ingerida, el consumo de cualquier tipo de alcohol durante las comidas también afecta negativamente al tipo de dieta.
"Beber en las comidas ha sido tradicionalmente considerado como un hábito seguro o incluso saludable. Sin embargo, no existe ningún umbral saludable para el consumo de alcohol", precisó.
Valencia puso en manifiesto que es posible que los beneficios cardiovasculares que con frecuencia se atribuyen al consumo moderado de alcohol se deban en realidad a otros factores que ningún estudio ha podido controlar aún de forma adecuada, como por ejemplo, unos hábitos de vida más saludable entre las personas que consumen alcohol de forma moderada.
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