Miles de mujeres embarazadas que consumieron el medicamento de uso libre, dieron a luz bebés con una malformación caracterizada por ausencia de extremidades.
Salud
Feto
A fines de los años cincuenta se registró uno de los más duros golpes en la historia de la Medicina. Miles de bebés nacieron con malformaciones severas en todo el mundo porque sus madres tomaron talidomida, un fármaco que se comercializaba como un calmante contra las náuseas propias de la gestación.
El medicamento estuvo en el mercado de 1957 a 1961, hasta que se descubrió la asociación entre el consumo de talidomida y el nacimiento masivo de bebés con focomelia, una anomalía congénita caracterizada por la ausencia de extremidades o el desarrollo de brazos y piernas más cortos.
La farmacéutica alemana Grünenthal, fabricante del fármaco, 60 años después sigue pagando pensiones a las víctimas de la llamada "catástrofe de la talidomida" en países de Europa. Las víctimas en España todavía siguen luchando por un resarcimiento al total de afectados, que estiman en alrededor de 500 personas.
También se empleó en el Perú
Hubo vidas marcadas indefinidamente por los efectos de la talidomida, una de ellas le corresponde al actual presidente del Congreso de la República, Luis Galarreta.
“Mi mamá tomó talidomida, que es una composición que afectaba la formación del feto. En este caso, le afectó a mi madre en pleno embarazo”, contó el funcionario a un periodista de un diario local.
"Luis Galarreta nació sin brazos por efecto de la talidomida y ha aprendido a valerse de un par de antebrazos ortopédicos que terminan en unas pinzas metálicas con las que yo lo he visto levantar un vaso y beber agua", reseñó el periodista Beto Ortiz en un extracto de una de sus columnas de opinión.
Medicina proscrita
No todas las mujeres que tomaron talidomida sufrieron las consecuencias en sus bebés, eso influyó en que no se asociara de inmediato el uso de la pastilla con las malformaciones congénitas irreversibles.
"Grünenthal es un laboratorio que funciona en todo el mundo, cuando sacan una medicina y resulta buena, la distribuyen en el mundo entero. En su momento esa medicina era lo máximo. En el Perú y a nivel mundial se reportaron casos de bebés con malformaciones", señala el médico gineco obstetra Enrique Flint.
La talidomida -también comercializada bajo los nombres de Imidan, Varian, Contergan, Gluto Naftil, Softenon, Noctosediv, Entero-sediv, Entero-Sediv-Suspenso- supuestamente era inocua (inofensiva) y de uso libre.
Tras las graves consecuencias que afectaron a las miles de víctimas, se extrajo una lección: muchos países legislaron en favor del control de los medicamentos, de pruebas previas en animales y de ensayos clínicos en personas antes de su comercialización.
De acuerdo a Flint -en general- la talidomida está proscrita. "No está al alcance, no se vende a embarazadas y está en algunos sitios como una medicina de segunda línea para algunos casos de lepra resistentes, pero a sabiendas de los riesgos".
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