Por ello la OMS pone como límite el 2020 para acabar con los termómetros de mercurio en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere poner fin a la exposición de la población humana al mercurio de los dispositivos médicos de medición.
"El mercurio es uno de los 10 principales productos químicos de mayor preocupación para la salud pública", aseguran desde la organización. La iniciativa de la (OMS) se llama “Salud Libre de Mercurio en el año 2020”.
"El mercurio es uno de los diez principales productos químicos de mayor preocupación para la salud pública y es una sustancia que se dispersa y permanece en los ecosistemas para las generaciones, causando graves problemas de salud y discapacidad intelectual a las poblaciones expuestas", ha explicado la directora general de la OMS, Margaret Chan.
Aunque esta iniciativa establece como fecha límite el año 2020, lo cierto es que se lanza coincidiendo con la firma este jueves del Convenio de Minamata en Mercurio, firmado bajo el auspicio de la OMS, donde se permite que los países sigan utilizando el mercurio en aparatos de medición médicos hasta 2030 bajo ciertas circunstancias especiales.
El mercurio es tóxico para la salud humana, siendo una amenaza especial para el desarrollo del niño en el útero y temprano en la vida, informa 20minutos.es.
Concretamente la inhalación de vapor de mercurio puede producir efectos perjudiciales en los pulmones y los riñones, en el sistema nervioso, digestivo e inmunológico; además, es corrosivo para la piel, los ojos y el tracto gastrointestinal, y pueden inducir toxicidad renal si se ingiere.
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