¿Usas el táper correcto? Conoce los códigos que debes elegir para cuidar tu salud

Despiertas temprano en la mañana para preparar todo lo necesario para ir al trabajo, cocinas un nutritivo estofado de pollo y luego lo sirves en tu táper favorito. Una rutina que si no se hace de manera consciente y correcta puede ser perjudicial para la salud a largo plazo. La razón: los aditivos que se encuentran en los productos elaborados con plástico que dañan lenta y progresivamente el organismo.

La Academia de Pediatras de Estados Unidos alertó sobre los aditivos alimentarios y su relación con la salud infantil. El informe explica que existen más de 10 mil químicos permitidos en los alimentos y sus envases que podrían afectar el sistema hormonal y el desarrollo de los niños. "En relación a su peso, los niños consumen más alimentos que los adultos y por su desarrollo, son más susceptibles a los efectos dañinos de sustancias químicas que los adultos", comenta Huerta.

"El reporte se basa en más de 20 años de investigaciones médicas, en las que se demuestra que algunas de esas más de 10.000 sustancias químicas pueden causar daño a la salud de los niños, especialmente en su desarrollo hormonal. Lamentablemente, debido a que el daño es lento y progresivo, no nos damos cuenta del problema hasta que es muy tarde", explica el Consejero Médico de RPP Noticias.

Huerta expone que el informe centra su atención en en seis aditivos: los bisfenoles (BPA), ptalatos, per-fluoro-alquilos (PFC), colorantes artificiales de alimentos y nitratos.

Los bisfenoles se usan para endurecer los envases de plástico y se ubican al interior de las latas de metal que almacenan alimentos. Este aditivo simula las hormonas femeninas produciendo cambios como disminuir la fertilidad, aumentar la grasa corporal y afectar el sistema nervioso e inmunológico. Los ftalatos favorecen la flexibilidad de los plásticos como las bolsas y pueden afectar el desarrollo de los genitales masculinos, incrementan la obesidad infantil y favorecen el desarrollo de enfermedades cardíacas.

En el caso de los per-fluoro-alquilos, usados en los embalajes de alimentos de papel y cartón a prueba de grasas, estos pueden reducir la inmunidad, el peso al nacer y la fertilidad en hombres y mujeres. El perclorato, que se encuentra en envases de alimentos secos para controlar la electricidad estática, alteran la función tiroidea, el desarrollo y el crecimiento del cerebro en la vida temprana. Por su parte, los colorantes artificiales de alimentos pueden empeorar los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Los nitratos, usados como conservantes de alimentos y que mejoran el color en los embutidos, afectan la producción de hormona tiroidea y la capacidad de la sangre para administrar oxígeno en el cuerpo.

ELIGE EL ENVASE CORRECTO

Elegir el táper correcto es importante para prevenir algunas enfermedades a largo plazo. Si aún opta por escoger un envase de plástico, verifique el código de reciclaje: evite los contenedores con códigos de reciclaje 3 (ftalatos), 6 (estireno) y 7 (bisfenoles). Si tienen esos códigos al fondo del envase, averigue si son de "base biológica" o "verde".

Estos son los códigos y sus significados: