Esta es una oportunidad para conocernos mejor, hacernos más conscientes de quiénes somos, cómo sentimos y qué necesitamos para procurar bienestar a nosotros mismos y a los nuestros.
Hoy más que nunca necesitamos poner en práctica nuestra conciencia intrapersonal e interpersonal, para regular nuestras emociones y relaciones, sobre todo en épocas de crisis como la que estamos viviendo. Esta es una oportunidad para conocernos mejor, hacernos más conscientes de quiénes somos, cómo sentimos y qué necesitamos para procurar bienestar a nosotros mismos y a los nuestros.
Por ello, Anny Reynoso, psicóloga y directora pedagógica de la Fundación Forge, comparte siete pautas que pueden ayudarte a generar armonía y bienestar en tiempos de cuarentena:
- Transita el miedo sin miedo: Si sientes que el miedo te desborda pregúntale a tu cuerpo qué necesita, si la respuesta es llorar está bien que lo hagas, cuidando reponerte o estando cerca de alguien que pueda ayudarte a reponerte luego de un tiempo. También puede ser que la respuesta sea expresar lo que sientes, conversándolo con un buen amigo o escribiéndolo. Ten en cuenta que el miedo habita el cuerpo como cualquier otra emoción, por ello actividades como la danza movimiento, el yoga, hacer ejercicios o bailar libremente pueden ser muy liberadores y reconfortantes.
- Observa tu lenguaje: Si repites constantemente que estás en “aislamiento” o “encerrado”, las imágenes que surgirán en tu mente serán de encierro o cárcel, con lo cual tus emociones estarán más cerca de la angustia y la desesperación. Si en cambio empleamos términos como “estamos a resguardo” o “estamos protegiéndonos como familia”, verás como las imágenes que surgen pasan a ser de cuidado, salud y protección, activando emociones vinculadas a la tranquilidad, seguridad y calma.
- Pon tu atención sobre aquello en lo que puedes intervenir. Usualmente nos enteramos por la TV o redes sociales de cosas que nos afectan mucho: que la gente sigue saliendo a la calle, que el sistema de salud está colapsando, que las medidas que está adoptando el gobierno no son las más óptimas, etc. Recuerda que no podemos intervenir directamente sobre ellas, por lo tanto es mejor sacarlas de nuestro foco de atención. Pon atención sobre aquello en lo que sí puedes intervenir como crear nuevas alternativas para solventarte económicamente, comer más saludable, cuidar tu salud emocional, evitar salir a la calle, organizarte en familia sobre las labores de la casa, entre otros.
- Suelta el control y habita el presente. Una de las mayores fuentes de angustia de cualquier ser humano es la incertidumbre, el “no saber qué pasará mañana” y eso se ha convertido en nuestro pan de cada día. Despréndete de esa necesidad de mantenerlo todo bajo control. Recibe la incertidumbre y transítala, no hay nada de malo en ella, “no saber” también está bien. Intenta vivir un día a la vez, así que al despertar cada mañana puedes visualizar tu día, qué te gustaría que ocurriese, cómo te gustaría sentirte y decide hacerte cargo de lo que necesitas para sentirte bien.
- Vive en gratitud. Lo que está pasando con esta pandemia global nos enseña que no podemos dar nada por sentado. Si hoy tenemos la dicha de tener a nuestros padres con salud o de tener un plato de comida en la mesa, puede que mañana ya no sea así. En realidad todo es impermanencia, de esto se trata la vida, sólo que tal vez no éramos tan conscientes como ahora. Si tienes salud, disfrútala y agradece. Si tienes la posibilidad de pasar más tiempo con tus hijos, llénalos de amor y agradece. Cada noche antes de acostarte agradece por las personas y cosas buenas que hay en tu vida, así podrás generarte bienestar y un mejor descanso.
- Cultiva la calma a través del silencio. Si tu mente está atiborrada de preocupación, angustia, miedos, etc., eso será lo único que podrás ofrecerle a los seres que te rodean. Hazte cargo de calmar tu mente para poder procúrate bienestar a ti y a los tuyos. Sólo busca un lugar silencioso, siéntate en una silla y empieza con 10 respiraciones profundas: visualiza como entra el oxígeno en tu cuerpo y con cada inhalación todo se llena de calma y armonía, luego siente como sale de tu cuerpo con cada exhalación, llevándose todo lo que ya no necesitas. Intenta que cada día sean más respiraciones profundas y sentirás bienestar inmediato.
- Nutre tu espíritu y recárgate de energía. Pregúntate qué es aquello que te recarga de energía, qué te hace sentir pleno o que te conecta con tu fuego creativo. Puede ser tocar un instrumento, crear una nueva idea de negocio, inventar un nuevo plato de comida, componer una canción, escribir, dibujar, pintar, construir algo, crear historias, jugar con tus hijos, todos tenemos algo que nos reconforta y se convierte en ese impulso para seguir adelante. Identifícalo y asegúrate de reservarle un buen tiempo cada día, ocúpate de mantener encendido el fuego de tu creatividad y estarás a buen recaudo.
Comparte esta noticia