Las personas felices, tienen mejor memoria, duermen mejor, tienen un corazón fuerte y un sistema inmunológico protegido. El secreto está en construir relaciones saludables en la vida.
Es una verdad científica que la felicidad tiene un impacto positivo en la salud física y emocional. En 1938 la Universidad de Harvard empezó un estudio de observación a 724 hombres de 19 años pertenecientes a dos grupos: estudiantes de Harvard y jóvenes de barrios pobres. No solo incluyó entrevistas con los grupos en observación y sus familias, sino también test psicológicos y pruebas médicas que continuaron hasta el 2013. Se trata del único estudio realizado con la población más grande y observada durante varias décadas.
En noviembre del 2015 dicha investigación concluyó en lo siguiente: la felicidad se logra cultivando relaciones saludables y constructivas. “Las personas con buenas conexiones sociales con la familia, los amigos y la comunidad son más felices, más sanas y viven más que las que tienen menos vínculos. La soledad puede ser tóxica”, refiere el doctor en psiquiatría Robert Waldinger, a cargo del citado estudio.
En los hombres estudiados que reconocieron sentirse aislados se encontró que fueron más susceptibles a recaídas de salud en su mediana edad, sus funciones cerebrales disminuyeron más rápidamente y vivieron menos que las personas que no estaban solas.
Pero no se trata de tener amigos o estar en una relación de pareja para evadir la soledad se trata más bien de contar con relaciones de calidad. El estudio de Harvard halló que las personas más satisfechas con sus relaciones a los 50 años de edad fueron los más saludables a los 80 años. También se determinó que este tipo de vínculos protegen el cerebro. Quienes tienen relaciones en las que se sienten protegidos tienen recuerdos que permanecen más nítidos en el tiempo; mientras que las personas que no tienen relaciones de confianza son las que pierden antes la memoria.
Aquí te resumimos otros beneficios que trae la felicidad:
- Sonreír y disfrutar lo que hacemos controla la elevada secreción de cortisol y adrenalina que se relaciona con el estrés y la ansiedad.
- Se reduce el insomnio. Si somos más positivos durante el día, nuestros miedos y preocupaciones se reducirán, por lo que podremos conciliar mejor el sueño.
- Fortalece el corazón. Ayuda a controlar la salud cardiovascular, reduciendo la presión arterial, activando la circulación sanguínea y aumentando la oxigenación de la sangre.
- Una persona feliz contagia a su entorno, crenado vínculos más fuertes con otras personas y genera un clima positivo.
- Mejora el sistema inmunológico. La tensión y sentimientos como la rabia o la tristeza generan gran cantidad de hormonas que limitan la capacidad de reacción del organismo. Por el contrario, las sonrisas y la actitud positiva crean más endorfinas que protegen nuestro cuerpo.
- Aumento de la confianza y la autoestima gracias a un buen nivel de endorfinas que aumenta la sensación de bienestar y placer.
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