La decisión ha sido celebrada por el colectivo gay ugandés, que sigue viviendo a la sombra de una sociedad conservadora y hostil hacia los homosexuales.
El Tribunal Supremo de Uganda revocó este martes la condena de diez años de prisión a un popular exentrenador de fútbol por mantener relaciones con un joven de 17 años, en un país donde la homosexualidad se considera un delito.
La corte absolvió así de todos los cargos a Chris Mubiru, exentrenador del equipo de fútbol nacional, conocido como The Cranes, y más recientemente del SC Villa de Kampala.
Mubiru fue condenado por un tribunal de la capital ugandesa el pasado septiembre tras filtrarse a los medios de comunicación una grabación en la que supuestamente mantenía relaciones sexuales con un joven de 17 años.
El magistrado le halló culpable de tener relaciones "en contra de la naturaleza" con el menor, a quien le exigió abonar una compensación de 50 millones de chelines ugandeses (unos 13.000 euros), pese a que se demostró que la relación sexual fue consentida.
Mubiru, hijo de un aristócrata, recurrió la sentencia ante el Tribunal Supremo, que finalmente ha anulado la condena al considerar que el vídeo difundido no es una prueba suficiente para imponer la condena.
Las reacciones
La decisión del Supremo ha sido celebrada por el colectivo gay ugandés, que sigue viviendo a la sombra de una sociedad conservadora y hostil hacia los homosexuales, y que ha apoyado en diversas ocasiones los intentos de endurecer las condenas contra ellos.
Organizaciones a favor de los derechos humanos denuncian las "intimidaciones" constantes que activistas y homosexuales sufren por parte del Gobierno de Yoweri Museveni.
El presidente ugandés, que lleva 30 años en el poder, firmó en 2014 una ley que endurecía las penas contra la homosexualidad y que fue duramente criticada por la comunidad internacional.
El borrador -basado en un informe de catorce científicos que concluyeron que la homosexualidad es "una conducta social anormal"- proponía la pena de muerte como castigo más severo, aunque el texto final lo limitó a cadena perpetua.
Finalmente, el Tribunal Constitucional suspendió la ley porque había sido aprobada sin el quórum estipulado, pero el Ejecutivo ugandés ha reactivado los mecanismos parlamentarios para volver a tramitarla. EFE
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