¿Has pensado en trabajar como independiente? ¿Temes que te pueda ir mal? Conoce las ventajas de ser freelance y convertirte en tu propio jefe.
Trabajar como freelance requiere que seas una persona ordenada y responsable para cumplir con los encargos que tus clientes te darán, pues esta es tu carta de presentación. De tu responsabilidad y el cumplimiento de tu trabajo, depende tu futuro. Pero no te asustes. Trabajar como freelance también tiene varias ventajas.
La empresa española experta en empleabilidad, InfoJobs, menciona cinco aspectos del trabajo independiente que te pueden interesar:
Trabajarás en lo que realmente te gusta. Siendo freelance crearás una profesión completamente adaptada a tus conocimientos y a tus nuevas aspiraciones. Trabajando por tu cuenta aprenderás a organizarte mejor, a saber qué es y qué no es prioritario. Disfrutarás, en definitiva, al máximo de tu carrera. No tener un puesto fijo permite que un freelancer pueda trabajar en una variedad amplia de proyectos, lo que hará que incremente sus habilidades en diversos campos y busque mantenerse siempre actualizado. de trabajo que puedas manejar en el momento.
Podrás organizar el tiempo a tu medida. Como ya dijimos, la organización es clave para el éxito del trabajo de un freelance. Ser freelancer te brinda la posibilidad de tener un estilo de vida mucho más flexible, ya que al ser tu propio jefe puedes elegir dónde trabajas, cómo lo haces y con quién colaboras. Puedes hacer un horario a tu medida, separando tus espacios laborales, familiares y personales según tus necesidades. Así podrás aprovechar mejor el tiempo.
Tu oficina estará donde tú quieras que esté. Algunas profesiones pueden llevar su trabajo desde cualquier lugar, con una laptop y una conexión a internet como herramienta. Es el caso, por ejemplo, de los arquitectos y diseñadores. Si tienes espacio en casa y aprendes a separar bien tu vida personal del trabajo, instalar tu oficina ahí puede servirte para aprovechar mejor el tiempo: no tendrás que alquilar oficina y ahorrarás dinero en movilidad, comidas fuera y otros gastos.
Control de las ganancias. De acuerdo a tu criterio y a tus tiempos, tú decides los clientes con los que quieres trabajar, qué trabajos aceptas y cuánto estás dispuesto a cobrar por ellos. Como freelance lo que ganas es de acuerdo a lo que trabajas, por lo que entre más trabajo aceptes, mayores ganancias tendrás; pero, al momento de cotizar tu trabajo, recuerda que también estás cobrando por tus habilidades y tu experiencia. Por otro lado, en el mercado es normal perder clientes, pero al ser freelance la pérdida de un cliente no supone el desempleo.
Abres la puerta a nuevas oportunidades. ser freelance le puede abrir las puertas a nuevos clientes, nuevas áreas de trabajo, nuevos conocimientos. Te puede ayudar a establecerte como experto en un nicho de mercado que te puede llevar a avanzar en tu carrera.
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